El expresidente de Estados Unidos Donald Trump ha invitado al actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, a mantener un debate de cara a las próximas elecciones presidenciales del país, en las que aparentemente ambos reeditarán el duelo de los comicios de 2020.
"Es importante, por el bien de nuestro país, que Joe Biden y yo debatamos cuestiones que son vitales para América y el pueblo americano", ha manifestado el exmandatario estadounidense en una publicación en su propia red social, Truth Social.
"Por lo tanto, convoco debates en cualquier momento, en cualquier lugar. Espero recibir una respuesta. Gracias por su atención en este asunto", ha añadido el magnate, quién arrasó en las primarias republicanas del “supermartes”, al imponerse en 14 de los 15 estados donde se registraron.
Biden parte como el principal, y casi único, candidato para representar a los demócratas en las elecciones. Trump, por su parte, ha convencido también a gran parte del electorado republicano por delante de Nikki Haley, quien ya se ha retirado de las primarias.
Ambos protagonizaron las últimas elecciones estadounidenses, celebradas en 2020. En aquella ocasión, Biden se impuso y logró desbancar de la Casa Blanca a un Trump que azuzó la teoría de un amaño electoral.
Ambos previsibles candidatos comenzaron a pedir el voto de los seguidores de la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, poco después de que ésta anunciase su retirada de las primarias republicanas.
Haley, última rival que le quedaba a Trump, ha reconocido que "con toda probabilidad" el magnate será el candidato final a los comicios, pero ha evitado pedir el voto para él. Así, ha señalado que "depende" de él "ganarse los votos" que hasta ahora se le han resistido, tanto dentro como fuera del partido.
En su primera reacción, el exmandatario ha recordado que Haley fue "aplastada" en el 'supermartes', pese a su simbólica victoria en Vermont, que atribuye al respaldo de simpatizantes del Partido Democráta. De hecho, considera que gran parte del dinero que había recaudado en campaña deriva de "la izquierda radical".
Trump, que ha presumido de firmar "el 'supermartes' con más éxito de la historia", ha "invitado" a los seguidores de su rival a sumarse a su "movimiento". "Biden es el enemigo, está destruyendo nuestro país", ha advertido en un mensaje publicado en la red Truth Social.
También Biden ha tenido la mano a los seguidores de Haley, considerados más moderados que los de Trump. "Donald Trump ha dejado claro que no quiere a los simpatizantes de Nikki Haley. Yo quiero ser claro: hay un hueco para ellos en mi campaña", ha declarado el actual inquilino de la Casa Blanca en un comunicado difundido por su campaña.
Entre tanto, el líder conservador recibió el simbólico apoyo público del líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, pese a que llevarían tres años sin hablarse tras el cruce de reproches por el asalto de una turba de radicales al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Ahora que está "completamente claro" que Trump será el candidato del partido, McConnell, que está ya de salida de la primera línea, ha hecho público un comunicado. "No debería sorprender que, como nominado, tenga mi apoyo", sostuvo.
Finalmente se conoció que el Tribunal Supremo de Estados Unidos escuchará el 25 de abril los alegatos sobre si el expresidente Donald Trump gozaba de inmunidad presidencial en el marco del caso federal abierto en su contra por presuntamente intentar revertir el resultado de las elecciones de 2020.
Este cronograma presentado por el Tribunal Supremo amenaza ahora con retrasar el juicio sobre interferencia electoral hasta después de las elecciones presidenciales del próximo noviembre, donde se prevé una redición de los comicios de 2020, según recoge la agencia Bloomberg.
El Supremo anunció la semana pasada que se escucharía los argumentos la semana del 22 de abril, pero no especificó fecha exacta. Además, informó de que se pronunciará a finales de ese mismo mes sobre esta causa, una de las varias que tiene abiertas el expresidente de Estados Unidos.
Aquel fallo del máximo tribunal de justicia estadounidense señalaba que el Supremo aceptaba el desafío legal y, por tanto, debatirá sobre si el expresidente contaba con inmunidad presidencial "frente a un proceso penal por una conducta que supuestamente involucra actos oficiales durante su mandato".
El magnate se enfrenta a cuatro cargos federales en este caso de supuesto fraude electoral, concretamente por conspirar contra Estados Unidos; impedir que el Congreso certifique los resultados recogidos en las urnas; conspirar contra el derecho al voto e intentar obstruir la certificación de las actas./Resumen Europa Press