Según un reporte publicado este lunes por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), cerca de 56 millones de personas sufren necesidades agudas de alimentación y asistencia de viviendas en ocho zonas donde se viven fuertes conflictos alrededor del mundo.

De acuerdo con el informe presentado al Consejo de Seguridad de la ONU, Yemen, Sudán del Sur, Afganistán, República Democrática del Congo y República Centroafricana son las cinco zonas que más sufrieron por inseguridad alimentaria causada por el conflicto en la última parte de 2018.

“El vínculo entre conflicto y hambruna sigue siendo demasiado persistente”, afirmó el reporte.

Las otras tres zonas de conflicto (Somalia, Siria y la Cuenca del Lago Chad) han visto mejoras en la seguridad alimentaria a medida que se han presentado mejoras en la seguridad.

Sin embargo, el informe también indicó que se prevé un “deterioro importante” durante la temporada baja de 2019 en la Cuenca del Lago Chad.

El informe “demuestra claramente el impacto de la violencia armada en las vidas y los medios de subsistencia de millones de hombres, mujeres, niños y niñas atrapados en el conflicto”, explicó el director de la FAO, José Graziano da Silva.

El Director Ejecutivo del PMA, David Beasley, instó a “un mejor y más rápido acceso en todas las zonas en conflicto” para llegar a más personas necesitadas.

“Pero lo que más necesita el mundo es el fin de las guerras”, aseveró Beasley.

El informe también destacó que la violencia contra los trabajadores humanitarios está en aumento, lo que ha obligado a las organizaciones de ayuda a suspender sus operaciones y privar a las poblaciones vulnerables de asistencia humanitaria.