El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, le pidió a las fuerzas militares que refuercen la vigilancia aérea del país suramericano. Esto, según el jefe de Estado venezolano, con el fin de prevenir cualquier ataque aupado por Estados Unidos.

En un evento desde la Base Aérea Libertador, el mandatario rechazó las supuestas intenciones injerencistas lideradas por el gobierno de Donald Trump, el mismo que reconoció la semana pasada al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. 

“Se ha activado un golpe de Estado ordenado y preparado desde Washington, no puede haber duda, un golpe en el aire que pretende dividir a la Fuerza Armada para dividir al país, y ser ocupado por los imperialistas”, indicó Maduro. 

El número uno del Ejecutivo venezolano anunció la conformación de más de 50.000 unidades populares de defensa en todos los barrios, pueblos, ciudades y caseríos del país.

“Agradezco a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en estas jornadas preparatorias de los ejercicios, movilizada para ratificar su lealtad suprema al Comandante en Jefe constitucional y la idea de Patria”, dijo Maduro. 

La Fuerza Armada Nacional Bolivariana juega un papel fundamental en el sostenimiento de Maduro en el poder. Para de desestabilizar la presencia de Maduro en el Palacio de Miraflores, Guaidó anunció que está dispuesto a ofrecer una amnistía para militares que deserten de las filas chavistas. 

“Nosotros ya ofrecimos un plan de amnistía para oficiales, lo que puede acarrear en nuevas deserciones y abandono en la base de apoyo del Gobierno", así lo aseguró el líder de la Asamblea Nacional en una entrevista para el diario brasileño Folha. 

En su momento Guaidó manifestó: “Nuestro primer objetivo es hacer que el país logre una transición que lo lleve de nuevo a ser una democracia. Necesitamos recuperar la democracia y luego, lo antes posible, atender a las causas urgentes de Venezuela”. 

Guaidó explicó que en su país hay unos 159 militares presos por procesos de insubordinación y en los últimos años se presentaron 3.000 bajas en la Fuerza Pública. Para el opositor autoproclamado mandatario, esta realidad determina que es “cuestión de tiempo” para que un número mayor de militares se unan a la oposición.