Militares Venezuela: amnistía o lealtad | El Nuevo Siglo
AFP
Domingo, 27 de Enero de 2019
Redacción internacional con AFP
Tensa calma se vive en el vecino país, donde la oposición busca iniciar una transición democrática con acciones puntuales y tomas callejeras. Esta semana otra movilización
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Guaidó presiona y ofrece amnistía a los militares. Maduro resiste y exige lealtad a las Fuerzas Armadas. Estados Unidos vigila y advierte sobre cualquier amenaza a la oposición o sus diplomáticos. La Unión Europea espera respuesta a su ultimátum.

Ese es el panorama hoy de Venezuela, donde la tensión política y social está al máximo con “dos gobiernos” y bajo la lupa de la comunidad internacional, ante el posible inicio de una transición política liderada por el  autoproclamado presidente, el opositor Juan Guaidó.

En cumplimiento con la “hoja de ruta” que develó el viernes, Guaidó entregó ayer la Ley de Amnistía para los militares, al tiempo que el mandatario Nicolás Maduro les pidió “lealtad”.

Alentado por el creciente apoyo de Estados Unidos y Europa, y la deserción del agregado militar en Washington, Guaidó envió a sus seguidores a distribuir por todo el país copias de la ley aprobada por el Parlamento de mayoría opositora, que preside desde el 5 de enero.

“Hoy fuimos a tenderle la mano (...) Soldado de Venezuela: esperamos por ti y el compromiso que tienes con nuestra Constitución”, declaró el líder opositor, de 35 años.

En tanto, al encabezar ejercicios militares al norte del país, Maduro pidió a la Fuerza Armada “unión” y “disciplina” para enfrentar el “golpe de Estado” con el que Washington -dijo- busca “imponer un gobierno títere”: “¡Traidores nunca, leales siempre!”, arengó.

Con banderas venezolanas, grupos de opositores entregaron en las puertas de Fuerte Tiuna -mayor complejo militar- y otros cuarteles la ley que da “todas las garantías constitucionales” a militares y civiles que “colaboren en la restitución de la democracia”.

Aunque sus decisiones son anuladas por el Tribunal Supremo de Justicia chavista por considerarlo en desacato, el Congreso aprobó la ley que elimina “la responsabilidad civil, penal, administrativa (...) de investigaciones, procedimientos, penas y sanciones” registradas desde el 1 de enero de 1999, abarcando las dos décadas de gobierno chavista.

Guaidó busca quebrar el sostén de Maduro, la Fuerza Armada, que, aunque dice estar unida, muestra fisuras: el sábado, el agregado de Defensa en Washington, coronel José Luis Silva, desconoció a Maduro e instó a los militares a respaldar al Presidente Interino.

Guaidó convocó anoche a nuevas marchas en su ofensiva por lograr “el cese de usurpación, un gobierno de transición y elecciones libres”, tras una semana de protestas y disturbios que dejó 29 muertos y al menos 350 detenidos.

“Soldado de Venezuela, te doy una orden: no reprimas manifestaciones pacíficas (...) No dispares al pueblo”, exhortó el líder opositor, de 35 años.

“Nadie puede darnos un ultimátum”

Mientras, aumenta la presión internacional contra Maduro, quien exigió a España, Francia, Alemania y Reino Unido retirar el plazo de ocho días que le dieron el sábado para que acepte unos comicios libres, so pena de reconocer a Guaidó.

“Nadie puede darnos un ultimátum”, dijo el mandatario socialista a la cadena de televisión CNN Turk

Guaidó agradeció el respaldo “contundente” de Europa, pero advirtió que no se prestará “a falsos diálogos” ni a “elecciones sin condiciones reales”.

Además aplaudió como una “gran victoria” la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU el sábado, en la que el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, llamó al mundo a unirse “a las fuerzas de la libertad” en apoyo de Guaidó.

Ayer, el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, advirtió que habrá una “respuesta significativa” a cualquier amenaza contra Guaidó, el Parlamento o contra diplomáticos estadounidenses en Venezuela.

Además de Estados Unidos, Canadá y una docena de países americanos reconocieron al líder opositor, e Israel se les sumó ayer. Rusia y China se mantienen leales a Maduro, al igual que Bolivia, Cuba, Nicaragua y Turquía.

Oficinas de intereses

Siguiendo lo que dice la Constitución venezolana, Guaidó se juramentó como presidente interino el miércoles pasado luego de que el Congreso declarara a Maduro “usurpador” por iniciar el 10 de enero un segundo mandato considerado ilegítimo por gran parte de los venezolanos y por una numerosa fracción de la comunidad internacional, que estima que su reelección fue fraudulenta.

Apenas Washington reconoció a Guaidó, Maduro rompió relaciones diplomáticas con Estados Unidos y ordenó el cierre de la Embajada y los consulados venezolanos en ese país. Pero Guaidó pidió a los diplomáticos estadounidenses quedarse en Venezuela, ante lo que Estados Unidos reiteró ayer no tener planes de cerrar su Embajada en Caracas. “Continuaremos evaluando la situación en el terreno y determinaremos las acciones apropiadas”, dijo el gobierno norteamericano.

El sábado, cuando expiraba el plazo de 72 horas que Maduro dio a los diplomáticos estadounidenses para salir del país, volvió a salir para anunciar una negociación para establecer en 30 días oficinas de intereses bilaterales, como la que tenían Cuba y Estados Unidos.

El agravamiento de la crisis ocurre en medio de la peor debacle económica en la historia moderna del país con las mayores reservas petroleras del mundo.

La amnistía

La “Ley de Amnistía y Reconocimiento de Todas las Garantías de Reinserción Democrática Para los Funcionarios Militares y Civiles que Colaboren en la Restitución del Orden Constitucional en Venezuela”, divulgada por el Poder Legislativo, busca facilitar “una transición política” que ponga fin al “usurpación” de Maduro.

La misma estipula “la amnistía para todos los civiles, militares y demás funcionarios identificados como presos, perseguidos y exiliados políticos por hechos cometidos desde el 1 de enero de 1999 (poco antes de asumir por primera vez la presidencia el fallecido Hugo Chávez) hasta la entrada en vigencia de la presente ley”.

Es clara en señalar que con esta amnistía se produce la extinción de la responsabilidad civil, penal, administrativa, disciplinaria o tributaria mediante la finalización definitiva de las investigaciones, procesos, procedimientos, penas o sanciones y de todos sus efectos que se han producido durante las fechas mencionadas.

En otro aparte, la ley promete además amnistía “y otras garantías” a “civiles y militares que contribuyan a la defensa de la Constitución como deber establecido en los artículos 333 y 350 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela” y que las “solicitudes de aplicación” deberán ser presentadas ante los tribunales penales ordinarios y militares.

Sin embargo, una vez difundida la ley, comenzó la polémica ya que muchos analistas señalan que tiene “graves deficiencias”.

Para el internacionalista Mariano de Alba, la Ley de Amnistía ofrecida por Guaidó es muy amplia y hay crímenes que no pueden ser objeto de este beneficio, como son las violaciones a derechos humanos o crímenes de lesa humanidad.

Por su parte el director de la ONG Foro Penal, Gonzalo Himiob, pidió hace una semana al Parlamento de mayoría opositora incluir “una cláusula expresa de exclusión de la misma de quienes hayan sido violadores de los DDHH”.

También instó a los legisladores a “no mezclar” una “amnistía que está dirigida a reconocer situaciones de prisión y persecución política injustas” con “mecanismos de justicia transicional” dirigidos a quienes sí cometieron crímenes, “así lo acepten y contribuyan con el restablecimiento de la continuidad democrática”.