Los principales partidos de oposición de Venezuela acordaron no participar en las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre, tras considerar que el proceso es un "fraude" que impide una "elección libre y competitiva", informaron en un comunicado conjunto.
"Las organizaciones políticas democráticas de Venezuela manifestamos al pueblo venezolano y a la comunidad internacional que, de manera unánime, decidimos no participar en el fraude electoral convocado por el régimen de Maduro", indica el texto suscrito por 27 organizaciones.
Ello, "habiendo agotado todos nuestros esfuerzos" para "un proceso electoral competitivo, que garantizara el respeto a la voluntad soberana del pueblo", añadió el escrito, donde se asienta el "respaldo" a la Asamblea Nacional, único poder en manos de la oposición, y al jefe parlamentario, Juan Guaidó.
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Desde la jefatura del Parlamento, Guaidó reclamó en enero de 2019 la presidencia encargada de Venezuela, con el reconocimiento de medio centenar de países encabezados por Estados Unidos (EU); luego de que la mayoría opositora de la cámara declarara "usurpador" a Maduro acusándole de haber sido reelecto en 2018 de manera fraudulenta.
"Esta nueva farsa está condenada al fracaso... sabemos que no es suficiente rechazarla, es clave permanecer unidos ejerciendo la mayoría en medio de la emergencia y junto a la presión internacional poder acabar con la tragedia que generó la dictadura", escribió Guaidó en Twitter.
En un mensaje en la misma red social, el diputado Henry Ramos Allup, suscribió, en nombre de Acción Democrática, partido fundado hace 79 años, la "declaración conjunta" que asienta la decisión de no participar en un "fraude" convocado "a través de sus instrumentos ilegítimos".
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La oposición acusa a Maduro, bajo cuya gestión el país con las mayores reservas de crudo del mundo cayó en la peor crisis de su historia reciente, de usar "el control que ejerce sobre todos los poderes públicos" para acabar "con la posibilidad de tener cualquier tipo de elección libre y competitiva".
Rechazan la designación, el 12 de junio pasado, por parte del Tribunal Supremo de Justicia, de línea chavista, de la directiva del Consejo Nacional Electoral encabezada por Indira Alfonzo, una exmagistrada sancionada por Canadá.
Con la oposición marginada, el oficialismo tiene el camino libre para recuperar el control legislativo que perdió en diciembre de 2015.
Desafío a EU
Como se recordará Irán envió cinco buques con gasolina a Venezuela y semanas después, un barco cargado de alimentos para inaugurar el primer supermercado iraní en el territorio del vecino país. La apertura del negocio representa una competencia para productores locales y un nuevo desafío a EU, un enemigo común que los apunta con sanciones.
Hace tiempo que el binomio Caracas-Teherán es foco de las críticas de la administración del presidente de EU, Donald Trump, que tilda a Maduro, de "dictador", a la vez que señala a su aliado persa de vínculos con el terrorismo.
"Los países sancionados podemos complementarnos, por ejemplo Venezuela tiene muchos productos que en Irán no hay, y Venezuela tiene algunas necesidades que podemos abastecer", declaró Issa Rezaei, viceministro de Industria iraní con ocasión de la inauguración del nuevo supermercado, la semana pasada.
“Megasis” ocupó el espacio de 20.000 metros cuadrados que pertenecía a la cadena Éxito, expropiada en 2010 por orden del fallecido expresidente Hugo Chávez.
Ya en manos del Gobierno venezolano pasó a llamarse Abastos Bicentenario, y en 2016, Tiendas CLAP, como parte de un programa para distribuir alimentos subsidiados a familias pobres, en el que participó Alex Saab.
Entregar este supermercado a Irán es una "muestra que todo lo expropiado por el chavismo ha fracasado", además de darle una "bofetada" a las sanciones de Washington, observa el economista José Manuel Puente, profesor del Centro de Políticas Públicas del Instituto de Estudios Superiores de Administración.
Varios de los productos importados, como los garbanzos, tienen precios más competitivos que el propio arroz cultivado en Venezuela, gracias a la exoneración de impuestos a las importaciones de alimentos, una medida cuestionada por gremios agrícolas.
"Los iraníes están compitiendo de manera desleal, pues muchos de los productos que están trayendo no están pagando aranceles de importación", subraya Puente.