Pa' falso diálogo aquí nadie se presta: Guaidó | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Viernes, 25 de Enero de 2019
Redacción internacional con AFP
El líder opositor reiteró que no piensa negociar con Maduro y anunció que ya tiene un plan para dar entrada a la ayuda humanitaria

__________

EL PRESIDENTE de Venezuela, Nicolás Maduro, se declaró dispuesto a reunirse con el líder opositor, Juan Guaidó, autoproclamado mandatario interino, quien casi en simultáneo aseguró que no se prestará para un “falso” diálogo.

“Estoy comprometido con el diálogo nacional. Hoy, mañana y siempre estaré comprometido y listo para ir donde haya que ir. Yo, personalmente, si tengo que ir a encontrarme con este muchacho (Guaidó), voy”, aseguró Maduro durante una rueda de prensa en el Palacio de Miraflores. México y Uruguay plantean una negociación que llegaría tras cuatro intentos fallidos.

Ante cientos de seguidores en la plaza central de Chacao (este de Caracas), Guaidó, jefe del Parlamento de mayoría opositora, rechazó negociar, al referirse a iniciativas planteadas por México y Uruguay.

“La represión, cuando no les da resultado, se convierte en falso diálogo (...) Debe tener muy claro el mundo y este régimen: pa’ falso diálogo aquí nadie se presta”, advirtió Guaidó en su primera aparición pública desde que se autojuramentó el miércoles. “¡Presidente!”, coreaban los asistentes al evento.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que su gobierno está “en la mejor disposición de ayudar” en un diálogo, si Maduro y Guaidó lo solicitan.

Maduro, de 56 años, reiteró sus denuncias de un golpe de Estado en marcha orquestado por Estados Unidos. “Golpe sería si me llevan, eso es un golpe”, reaccionó el opositor, al comentar la posibilidad de ser apresado.

Guaidó se autoproclamó presidente interino invocando el Artículo 233 de la Constitución de Venezuela, que señala que hay vacío de poder con la renuncia, incapacidad mental, muerte del Presidente o abandono del cargo, un punto polémico pues el Congreso ya lo declaró así en 2017, aunque sus decisiones son anuladas por la Corte Suprema.

“Calle para rato”

El jefe del Legislativo, de 35 años, convocó a una “gran movilización” para la próxima semana tras las multitudinarias marchas opositoras y oficialistas del miércoles, durante las cuales 26 personas murieron y unas 350 fueron detenidas.

“Aquí hay gente en la calle para rato, hasta que logremos que cese la usurpación, un gobierno de transición y elecciones libres”, dijo Guaidó, al señalar que la fecha será precisada el domingo.

Sin convocatoria concreta, Maduro, por su parte, llamó a la “rebelión popular contra el golpe de Estado”: “Pueblo, a la calle”.

Como parte de su hoja de ruta, Guaidó ofreció amnistía a militares que ayuden con una transición, buscando quebrar el sostén de Maduro, la Fuerza Armada, que el jueves lo reconoció como su comandante en jefe, denunciando además un golpe de Estado en curso.

“Llegó el momento de ponerse del lado de la Constitución, de ponerse del lado del pueblo”, les señaló Guaidó a los militares.

Aseguró que también trabaja para que llegue ayuda humanitaria al país y proteger los activos venezolanos en el exterior. El jueves, Estados Unidos anunció una ayuda de 20 millones de dólares para entregar a Venezuela “en cuanto sea posible”.

Llamado urgente a elecciones

A solicitud de Washington, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá el sábado para abordar la crisis venezolana. Asistirá el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y el canciller venezolano, Jorge Arreaza.

“¡Bienvenido el debate!, es lo que queríamos, se me adelantó (el secretario de Estado estadounidense) Mike Pompeo, ¡Gracias, Mike! (...) Le he dicho al Canciller que se vaya a Nueva York, va saliendo a Nueva York, tiene la visa el Canciller”, ironizó Maduro.

Tras autoproclamarse mandatario, Guaidó recibió el respaldo de Estados Unidos, Canadá y una veintena de países latinoamericanos y europeos. Maduro obtuvo por su parte el apoyo de sus aliados: Rusia, China, Turquía, Nicaragua, Bolivia y Cuba, mientras México y Uruguay le mantuvieron el reconocimiento.

Venezuela envía a China unos 300.000 barriles diarios, en pago de una deuda de unos 20.000 millones de dólares. A Rusia le debe unos 10.500 millones de dólares, según consultoras.

La Unión Europea (UE) se prepara para urgir al Presidente a convocar “inmediatamente” elecciones. Algunos de sus socios, como Alemania y España, proponen reconocer a Guaidó.

En respuesta a la postura de Washington, Maduro rompió relaciones, dio 72 horas a los diplomáticos estadounidenses para dejar el país y anunció el cierre de su Embajada y consulados en ese país. Mientras, un grupo de diplomáticos no esenciales abandonaba Venezuela.

Desafiando esa orden, Guaidó dijo que la Embajada estadounidense se mantendrá abierta.

El viernes, el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, nombró a Elliott Abrams como emisario para “restaurar la democracia” en Venezuela, después de que Washington declarara que Nicolás Maduro es “ilegítimo”, reconociendo a Juan Guaidó como presidente interino.

“Hay muchas dimensiones sobre cómo podemos asistir a los venezolanos para lograr la democracia y vamos a ser responsables de liderar ese esfuerzo”, dijo Pompeo.

La gran incógnita es hasta dónde llevará Trump su ofensiva contra Maduro. Estados Unidos compra a Venezuela un tercio de su deprimida producción petrolera de 1,4 millones de barriles diarios -fuente del 96% de las divisas-.

Según analistas, Trump podría considerar congelar activos de Venezuela e imponer sanciones petroleras. “Sin control financiero, la posición de Maduro se vería seriamente socavada”, señaló la consultora Capital Economics.

Estados Unidos, la Unión Europea y una decena de países latinoamericanos no reconocieron el segundo mandato que inició Maduro el 10 de enero por considerar fraudulenta su reelección.

El agravamiento de la crisis ocurre en medio de la peor debacle económica en la historia moderna de Venezuela, con su petrolera declarada en suspensión de pagos y una hiperinflación que el Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula llegará a 10.000.000% este año.

“Todo sugiere que la hiperinflación desencadenará una agitación política y económica dramática”, agregó Capital Economics.