NO TIENE el respaldo de su familia, pero si de un pequeño sector del electorado por lo que decidió declararse ‘No labels’ (no etiquetado o independiente) en la carrera por la presidencia de Estados Unidos. Es Robert F. Kennedy Jr., conocido como RFK Jr., de la dinastía política norteamericana que hoy es una ‘preocupante amenaza’ para el anhelo reeleccionista de Joe Biden.
A finales del año pasado, este abogado y político de 70 años decidió abandonar las filas del Partido Demócrata para con su partido “We the people” presentarse como una tercera vía en la presidencial estadounidense y, aunque lejos de ganar, su creciente apoyo está incidiendo en la campaña en detrimento más del candidato de su otrora colectividad que del republicano Donald Trump.
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Sobrino del presidente John F. Kennedy y uno de los hijos de Robert F. Kennedy, quien fungió como fiscal general, senador y precandidato presidencial, ambos con trágico final ya que fueron asesinados, RFK Jr, se ganó una reputación propia como activista y empresario luchando inicialmente por causas sociales como el derecho al agua potable y, más recientemente contra las corporaciones y el consenso científico sobre todo en el caso de las vacunas contra el covid-19.
Fundador de Waterkeeper Alliance, que trabaja para garantizar agua potable, y Children's Health Defense, un grupo antivacunas cuyo alcance creció rápidamente durante la pandemia, comenzó a abrirse desde entonces camino en la política militando como la dinastía familiar en los demócratas, pero ante la decisión de éste de apoyar la reelección de Biden en la previsible reedición del duelo contra el republicano Donald Trump se declaró “no labels”.
"No he tomado esta decisión a la ligera. Es muy doloroso para mí abandonar el partido de mis tíos, de mi padre, de mi abuelo y de mis dos bisabuelos", sostuvo a finales del año anterior al comunicar su determinación. Desde entonces, en esa posición y con un reiterado discurso contra el bipartidismo, así como la creciente corrupción, ha ganado un espacio electoral que si bien no es significativo, tampoco es despreciable, máxime por el impacto que está teniendo en la intención de voto para la elección presidencial de este noviembre.
En su momento, a través de un comunicado conjunto, varios de sus familiares criticaron la decisión, calificándola de "peligrosa". "Bobby puede compartir el mismo nombre que nuestro padre, pero no comparte los mismos valores, visión u opiniones", señalaron.
De entonces acá, la vaticinada revancha Biden-Trump se ha visto impactada por la irrupción de los llamados candidatos de terceros partidos, porque vale aclarar que no es solo Kennedy, también están en contienda el autodenominado activista y profesor ’progresista’ Cornel West (independiente)y la médica Jill Stein (Partido Verde).
De este trío el que más ha ganado apoyo electoral es RFK Jr, al punto que las más recientes encuestas le otorgan, en un sondeo a tres bandas, es decir con los aspirantes del bipartidismo, entre 8 y 14 puntos porcentuales.
Según el portal Real Clear Politics, en la encuesta de TIPP, el independiente tiene 11% en intención de voto, frente a 38% tanto para Trump como para Biden. La realizada por Emerson arroja 10%, 44% y 38%, respectivamente, mientras que la de Marquette arroja 14%, 41% y 38%, en ese mismo orden.
Un sondeo del mes pasado realizado por la Universidad Quinnipac sobre la disputa con los cinco participantes mostró a Trump con 39%, Biden 38%., Kennedy, 13%; Stein, 4% y West 3%.
Analistas políticos y estrategas de ambas campañas bipartidistas coinciden en reseñar que en la marcada polarización política y teniendo como antecedente la escasísima victoria que Biden logró en la mayoría de los llamados estados bisagra (ganó Arizona por menos de 11.000 votos, Georgia por menos de 12.000, Wisconsin por poco más de 20.680 votos y Nevada por 33.600) el creciente apoyo a Kennedy Jr. es un preocupante factor a considerar y que es más probable que perjudique al candidato-presidente que al expresidente republicano.
En reciente declaración al Washington Examiner, la secretaria de prensa de la campaña de Kennedy confirmó que son el factor ‘caos’ en esta presidencial. “Estamos planeando ser un saboteador tanto para el presidente Biden como para el presidente Trump…También para la maquinaria de guerra, Wall Street, las grandes empresas agrícolas, las grandes tecnológicas, las grandes farmacéuticas, las grandes energéticas y los medios corporativos, ya que los estadounidenses no tienen que resignarse a las opciones aburridas que nos ofrece el establishment demócrata y republicano”.
“Paranoia” demócrata
A diferencia de los republicanos que han cerrado filas tras el exmandatario Trump, cuya base ha crecido por el desencanto de afroamericanos, latinos y jóvenes con la gestión de Biden, tanto el Comité Nacional Demócrata como la bancada partidaria y autoridades políticas estatales, ‘escarmentados’ por hechos del pasado, han declarado la ‘guerra’ a RFK Jr, tras admitir que está perjudicando más al candidato-presidente que a su retador.
Los demócratas han aprendido a temer a los independientes después de que George W. Bush derrotara a Al Gore en 2000 y Donald Trump a Hillary Clinton en 2016, cuando culparon a Stein, que obtuvo alrededor de 1,4 millones de votos, de restarle ese apoyo vital a la candidata en los estados clave.
"La hiperpolarización es la razón por la que un candidato de un tercer partido con nombre conocido es una amenaza en este momento", afirma Donald Nieman, politólogo de la Universidad de Binghamton, en el estado de Nueva York.
"Sólo hay seis o siete estados" que realmente pueden inclinarse por uno u otro partido en noviembre y la victoria en algunos casos puede depender de tan sólo 10.000 o 20.000 votos.
"Así que cualquier cosa que desvíe a un grupo de votantes habitualmente confiables podría ser un factor decisivo", afirma.
La popularidad y apoyo a Kennedy complica la estrategia de la campaña de Biden, coinciden en señalar estrategas y analistas políticos.
"Kennedy representa una amenaza real para la campaña de Biden en estados indecisos clave", opina Charlie Kolean, estratega jefe de la consultora política conservadora Red PAC.
"Está consiguiendo unos resultados excepcionales entre los independientes y la generación más joven, grupos que tradicionalmente han votado a Biden", explica.
Los demócratas han pasado por lo tanto a la ofensiva, con vallas publicitarias móviles cerca de los lugares donde RFK Jr, realiza mítines y con acciones legales para mantenerle fuera de las papeletas electorales.
Kennedy asegura que tiene los suficientes apoyos para figurar en las papeletas de seis estados en noviembre. Su objetivo es conseguir un millón de firmas para poder presentarse en los 50 estados del país.
Keith Nahigian, asesor de George Bush padre durante la campaña en la que fue derrotado ante Clinton en 1992, cree que Biden cometió un "error gigantesco" al alienar a Kennedy, en vez de derrotarlo en las urnas en las primarias.
"Creo que podrían perder la presidencia por no haber pensado bien la estrategia al principio de esta carrera", declaró.
Sin embargo, este veterano de seis campañas presidenciales, advierte del peligro de ver 2024 como otro de 1992, porque Perot, un multimillonario, pudo comprar una publicidad que Kennedy no puede permitirse.
Para subsanarlo, Kennedy eligió como compañera de fórmula a Nicole Shanahan, una exdonante demócrata californiana con muchos medios.
Nahigian describió a Shanahan, abogada y filántropa, como "muy a la izquierda" y con pocas probabilidades de atraer votos de los partidarios de Trump.
Pero advirtió a republicanos y demócratas por igual que no se confíen.
"Los candidatos independientes tienen un gran impacto en una elección y no importa si eres un presidente en ejercicio, si eres un expresidente - tienes que tomarlo en serio", dijo Nahigian.
Las opiniones conspirativas de Kennedy y su oposición a la ayuda a Ucrania le convirtieron en un favorito del movimiento trumpista "Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo" ("Make America Great Again": MAGA).
Pero Trump ha descartado la idea de que Kennedy pueda ser otro Perot.
"Es el adversario político del corrupto Joe Biden, no el mío. Me encanta que se presente", publicó Trump recientemente en su aplicación de redes sociales.
Aunque RFK Jr, tiene libra una batalla quijotesca para recolectar las firmas que le permitan estar en las papeletas electorales en todos los estados, su creciente apoyo agita la campaña y amenaza con arruinar bien la permanencia de Biden en la Casa Blanca o el regreso de Trump a ésta. Por ahora, es más probable lo primero. /Redacción internacional