¿Responderán llamado de Maduro bases chavistas? | El Nuevo Siglo
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Martes, 7 de Mayo de 2019
Pablo Uribe Ruan
En los últimos días, el chavismo ha tenido una serie de eventos con sus bases para “rectificar” la “revolución”. “He recibido 8.000 propuestas”, dijo el oficialista

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LIMITADO por el presidente interino, Juan Guaidó, el chavismo busca reorganizarse. No solo promueve en estos días una serie de medidas judiciales contra varios diputados opositores, entre ellos Henry Ramos Allup, sino que también le apuesta a sus bases políticas en el Cuarto Congreso del dominante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el Congreso de los Pueblos Bolivarianos.

El fin de semana la cúpula del partido de gobierno tuvo una larga reunión en cumplimiento de las órdenes de Nicolás Maduro, su máximo líder, proclamado así en 2018. Desde el Hotel Alba, anteriormente un Hilton, expropiado por Chávez, se fijó un objetivo muy claro: buscar el apoyo de las bases chavistas desplegadas en cada uno de casi todos los barrios (parroquias) de Venezuela o al menos del centro de ella.

Tres días antes, en un 1 de mayo alejado de toda celebración, Maduro dijo que había llegado la hora de “rectificar la revolución”, en un discurso cargado de emoción y señalamientos contra la oposición luego del alzamiento militar del martes, que conllevó a la liberación de Leopoldo López y el distanciamiento del hasta entonces director del Sebin, Christopher Figueras.

“Estamos venciendo al imperialismo, nos toca ahora la unidad, nos toca la producción y el trabajo y el arraigo revolucionario”, dijo una delegada, la diputada de la Asamblea Constituyente (solo chavista), Tania Díaz. En charla con El País de España explicó la necesidad de “mejorar, por ejemplo, la burocracia venezolana y hacer frente a la que considera una agresión de Estados Unidos”.

Durante los días del cónclave socialista en El Alba, se realizaron, según la televisión pública venezolana, asambleas en 335 municipios, en más de 1.100 barrios e involucraron a alrededor de 200.000 “jefes de calle”, los enlaces locales de la organización. En ellos se buscó, dijo Maduro el lunes en cadena pública, fijar una serie de insumos para “rectificar” la revolución “en 8.000 propuestas”, que serán conocidas por el presidente chavista.

Así, el oficialismo intenta recuperar la capacidad política en, sobre todo, los sectores populares, que han sido los más golpeados por la crisis económica, política y de seguridad en Venezuela. De acuerdo a Aporrea -medio chavista- esta reorganización tiene como foco “fortalecer la producción nacional de medicamentos y de alimentos”, dos tema que serán tratados en el Congreso Bolivariano, previsto para este sábado en el estado Falcón, como parte de la “Jornada Nacional de Diálogo y Rectificación” convocada por el sucesor de Hugo Chávez.

¿Democracia participativa?

Con poca iniciativa política, debido al proceso político que está llevando a cabo la dirigencia opositora, el chavismo busca de todas las maneras recuperar la esencia de su modelo de gobierno. Se trata de la democracia participativa, una forma de gobernar que incluye a la comunidad en muchas de las decisiones del Estado, algo que Chávez exitosamente logró al comienzo de su mandato, pero paulatinamente fue variando ante su interés por convertirse en un líder hegemónico.

Para ello, la cúpula que rodea a Nicolás Maduro ha insistido en el rol protagónico del partido de gobierno, que tiene presencia en toda Venezuela, no solo por la popularidad del fallecido líder socialista sino por la cantidad de dinero que ha recibido la organización en las últimas décadas.

En diálogo con EL NUEVO SIGLO, Indira Urbaneja, vocera de uno de los sectores disidentes del “chavismo originario”, dijo que si bien “el PSUV tiene una forma organizativa muy interesante”, es claro que “todos los espacios democráticos creados en los mejores momento de la revolución, fueron secuestrados y cerrados solo en favor de la cúpula de poder”. “Sigue siendo un partido estructuralmente fuerte, pero el apoyo popular no es ni la sombra más cercana de cuando Chávez estaba al frente”, explicó.

El segundo del chavismo, Diosdado Cabello, ha hecho énfasis en que el partido mantiene sus estructuras en todo el país. En una movilización a favor del régimen, dijo que “antes estábamos hasta en el último rincón, que no quede ni un solo centímetro de nuestra patria donde no esté nuestro partido como un ente orgánico de la revolución bolivariana”.

Lejos de ser la colectividad que llevó a Chávez a convertirse en uno de los líderes políticos más importantes de la historia de Venezuela, hoy el PSUV no parece ser el mismo de aquel 24 de marzo, día de su fundación. Mucho menos se parece a la coalición de partidos (Movimiento Quinta República y Polo Patriótico, entre otros) que le permitió al líder socialista llegar al poder en 1999, prometiendo un cambio radical en Venezuela.

Aunque Maduro y su cúpula intentan recuperar la iniciativa política recobrando la credibilidad de sus bases, parece de momento muy difícil que sea creíble su propuesta, ya que desde Miraflores se ha impuesto un régimen autoritario que también ha afectado a los mismos chavistas.

Para Urbaneja, “Maduro ha llevado al país a un colapso total, precisamente porque se desconectó de la base y de la realidad de los ciudadanos”. “La convocatoria es parte del cinismo, fíjense que es tan excluyente que la asistencia se toma es a través del sistema QR del Carnet de la Patria, es decir, si no tienes carnet, aunque seas chavista no puedes participar”, explicó la dirigente a este Diario.

Acorralado por la crisis, el oficialismo le apunta a sus bases para seguir manteniendo el apoyo de las Fuerzas Armadas. Mediante esta forma y dándole más poder en el gabinete a los militares, Maduro intenta blindar la lealtad de esta a su favor, cada vez puesta más en duda.