El presidente de Estados Unidos, Donald Trump aceptó la invitación hecha este lunes por la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, para pronunciar el discurso del Estado de la Unión antes de una sesión conjunta del Congreso el próximo 5 de febrero.

La fecha, que según escribió Pelosi en una carta dirigida a Trump fue acordada mutuamente, lleva a un interrogante sobre si invitaría al presidente a dirigirse a la nación mientras el gobierno opera bajo un proyecto de ley de gastos de tres semanas destinado a permitir un tiempo para las próximas negociaciones sobre seguridad en la frontera.

El proyecto de ley de gastos, acordado el pasado viernes, puso fin al cierre de gobierno más prolongado en la historia de Estados Unidos, durante el cual 800.000 empleados federales se quedaron sin cheques de pago más días de lo que debía ser.

Trump aceptó formalmente la invitación diciendo: “Es un gran honor para mí aceptar. ¡Tenemos una gran historia que contar y, sin embargo, grandes metas por alcanzar!”.

Pelosi había cancelado la fecha original que se tenía prevista para el discurso (29 de enero), en medio del estancamiento presupuestario y la amarga disputa entre los líderes ocasionada por el financiamiento del prometido muro de Trump a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.

Trump tomó represalias al negarle a Pelosi y a una delegación del Congreso el acceso a un avión militar que se iba a utilizar en un viaje internacional que incluía una parada en Afganistán para visitar a las tropas estadounidenses estacionadas allí.

La Cámara de Representantes y el Senado aún deben aprobar leyes para establecer la fecha de manera formal, pero si Pelosi ya no está en desacuerdo, es probable que sea aprobada en ambas cámaras.