Turquía llamó al diálogo con Estados Unidos para iniciar nuevas negociaciones sobre su polémica compra de un sistema de defensa antiaéreo ruso y pidió a Washington que deje de lado las sanciones.

"Nuestra convicción sincera es la necesidad del diálogo… sin diálogo, con iniciativas como las sanciones o un discurso amenazador, no es posible llegar a ninguna parte", declaró el ministro turco de Defensa, Hulusi Akar.

Akar, sin embargo, reafirmó que Turquía mantenía negociaciones para recibir una segunda entrega de los misiles S-400 de Rusia.

La cuestión será otro tema espinoso por tratar por el presidente electo estadounidense Joe Biden, que probablemente adopte una línea más dura que Donald Trump respecto al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Washington, conforme a una ley adoptada en 2017 para "frenar a los adversarios de Estados Unidos mediante sanciones", prohibió en diciembre la atribución de cualquier permiso de exportación de armas a la agencia militar turca encargada de las adquisiciones militares, para castigar a Ankara por la compra.

Esta adquisición del sistema de defensa antiaérea ruso ha empañado estos últimos años las relaciones entre Turquía y Estados Unidos.

Para Washington, estos misiles son incompatibles con los sistemas de defensa de la OTAN, del que son miembros ambos países.

Por otra parte, Grecia pidió ayuda a la Unión Europea para "el regreso inmediato" a Turquía de unos 1.500 migrantes a quienes las autoridades griegas denegaron el derecho de asilo, y que Ankara no quiere recibir.

Este "pedido" griego fue sometido a la Comisión Europea y a Frontex, la agencia europea que controla las fronteras exteriores de la UE, y concierne a "migrantes de países terceros (no europeos) que no tienen derecho a la protección internacional", según el ministerio de Migración y Asilo griego.

Estos migrantes, cuyas solicitudes de asilo fueron denegadas, viven en campos de acogida en las islas griegas cerca de las costas turcas. /Re