Ante la inquietud de, ¿qué está pasando con la seguridad en Bogotá?, EL NUEVO SIGLO consultó al experto en seguridad ciudadana e investigador de la Universidad Central, Andrés Nieto, quien se refirió a cinco hechos clave para entender el panorama de inseguridad en la capital.
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1. La criminalidad se pausó
De acuerdo con el experto en seguridad, el 2019 fue uno de los años más complejos en este ámbito. Al cierre del año pasado, si bien el homicidio logró contenerse, el resto de delitos iban al alza.
“El 2019 podría estar siendo el año más complejo en términos de seguridad de los últimos diez años y eso a qué nos lleva: a que la pandemia aplazó todos los indicadores, y lo que estamos viendo hoy es la consecuencia del año pasado. La tendencia de aumento de hoy es la que se hubiera presentado en el primer trimestre de este año y cuando volvimos a la normalidad, lo que hizo el delito fue retomar la tendencia perversa de los años anteriores”, indicó Nieto.
2. Urge un registro nacional de bicicletas
Frente al hurto de bicicletas, aunque es claro que esto aumentó con el uso de esta forma de transporte, lo que hace que para el ladrón sea rentable robar una bici, es el problema de que no hay un registro nacional.
“Este hecho, que es más un tema de demanda, se agrava en la medida en la que hoy no existe un registro nacional de bicicletas y en esa medida la Policía está sin dientes para poder atacar el mercado ilegal. Hoy no podemos rastrear una bicicleta hurtada, porque no hay un registro. ¿Resultado? El hurto a bicicletas es un mercado latente y cada vez deja más ganancias porque los ladrones han sabido identificar el mercado de bicicletas de gama media y alta que, hay que decirlo, muchas de ellas son robadas por encargo”, explicó Nieto.
3. Hurtos son más violentos
Este año los hurtos se hicieron más violentos. ¿Por qué? “En el total de los hurtos que se cometieron en 2019, en el 32% de lo casos hubo uso de armas, fueran blancas o de fuego. Este año esa cifra aumentó y del total de hurtos, en el 40% de los mismos se ha hecho uso de armas. 8 puntos más. Eso tiene una explicación: tal y como los sectores comerciales formales entraron en pérdidas, los ladrones y las economías ilícitas también sufrieron pérdidas durante los cuatro meses de encierro. Están en pérdidas y están buscando recuperarse a costa de cualquier precio, incluso de matar a alguien”, le dijo a EL NUEVO SIGLO el experto Nieto.
Adicionalmente, el académico sostuvo que en mayo se advirtió que habría un rebrote de inseguridad y fueron claros al advertir que no se trataría de que, de un momento a otro la ciudad se descontrolaría y se dispararían los hurtos, “sino que la criminalidad iba a atacar con mayor violencia y eso es lo que estamos viendo hoy: no es que quizás estén robando más, sino que están robando más violentamente porque la pandemia cambió la dinámica de todo”.
4. Las bandas se han especializado
Mientras sea más rentable robar que tener un trabajo normal, “los ladrones no van a mediar violencia para robarse un teléfono o una bicicleta y asegurar su ganancia”, lo que a su vez ha incidido en la especialización a la que han llegado hoy las bandas criminales.
“Tenemos bandas sumamente estructuradas y con roles. En Bogotá dejamos que las bandas se estructuraran y especializaran y hoy las bandas que roban viviendas no son las mismas que roban el celular o un carro. Cada una sabe de marcas, de autopartes, de dónde comercializar. Ya no estamos hablando del ladrón de los años 80's a ver qué podía robar”, finalizó diciendo Nieto y agregó: por eso es clave la desarticulación.
5. Riñas y guerra entre criminales
Por último, el incremento de los homicidios ha respondido a un tema de convivencia, riñas y disputas entre familiares, conocidos, amigos y vecinos, que se agudizó con el aislamiento. También tiene que ver con la guerra de bandas criminales por el espacio público y los mercados ilegales.
“Estos factores nos están llevando a las muertes violentas, pero otro porcentaje de estos homicidios y es algo que venimos advirtiendo desde la Universidad Nacional y la Universidad Central desde hace más de tres años, es el enfrentamiento entre bandas. Las bandas se están enfrentando entre ellas para quedarse con negocios de microtráfico, venta de armas, extorsiones y manejo irregular de espacio público”, sostuvo a este diario el investigador.
Adicionalmente hay otro aspecto que considerar: el esclarecimiento de los homicidios es muy difuso. “La cifra de homicidios más alta que tiene Bogotá es de homicidios en los que no sabemos exactamente qué paso y corresponden al 35% del total de casos. No hay indicios, no hay investigación, no hay pruebas o soportes y es muy difícil clasificarlos, lo que a largo plazo hace que sea muy difícil darles una respuesta institucional” finalizó.