Cinco días de tregua, que incluyen el fin de semana del 27 de mayo en el que se celebran las elecciones presidenciales, anunció ayer el Eln.
Tras retomar la semana pasada en La Habana la negociación con el Gobierno, la guerrilla informó a través de un comunicado divulgado en redes sociales que "cesará actividades militares de las cero horas del 25 de mayo a las veinticuatro del 29, para aportar a una condiciones favorables que le permitan a la sociedad colombiana expresarse en las elecciones".
La información fue difundida en el editorial titulado "Unos cesan el fuego y otros no" de la última edición de su revista Insurrección, publicada este lunes, y replicada en su cuenta de Twitter.
En el escrito dijeron "esperar que este espíritu de conciliación del Eln, sea respondido con una conducta similar" por parte del Gobierno.
Que sea indefinido
Como “muy útil” calificó el anuncio del Eln el candidato presidencial Germán Vargas Lleras, anotando que “ellos saben que tienen que aprovechar la generosidad del Gobierno”, pero considerando que “no solo basta el cese el fuego. Tienen que avanzar en lo que resta del actual gobierno porque lo que no puede ser es que mientras dialogan en Cuba sigan delinquiendo, fortaleciéndose militarmente y controlando el negocio de la minería ilegal y de la droga; pero en fin, éste es un primer buen paso”.
Por su parte, Humberto de La Calle, aspirante del Partido Liberal, aseguró que “la suspensión de operaciones del Eln por sí misma es una buena noticia, pero realmente insuficiente”, insistiendo “en la necesidad de un cese unilateral indefinido”, ya que “eso le daría un impulso enorme” al proceso y “sería un mensaje de confianza para los colombianos”.
Un acuerdo difícil de romper
El presidente Juan Manuel Santos ya ha admitido que no será posible un acuerdo final de paz con el Eln antes del término de su mandato, el 7 de agosto.
Ante ese escenario, Santos está dispuesto a firmar un documento marco con la guerrilla, que sea difícil de romper para su sucesor. "Si el Eln está dispuesto a avanzar sustancialmente antes de terminar el gobierno, éste está dispuesto a avanzar sustancialmente con el Eln", afirmó ayer durante un foro en Madrid.
El objetivo es "firmar una especie de acuerdo marco (...) con parámetros básicos y el próximo gobierno decidirá si continúa o no" con los diálogos, explicó el Presidente. "Si se logra llegar a ese nivel, creo que al próximo gobierno le quedará difícil reversar esa negociación", dijo Santos.
Para el Eln, "los candidatos presidenciales de la derecha hacen gala de un discurso de odio para perpetuar el ejercicio de la violencia como mecanismo de lucha política".
En el reinicio de las negociaciones el 10 de mayo, el jefe negociador del Eln, Israel Ramírez, alias Pablo Beltrán, expresó su preocupación por "las dificultades" e "incumplimientos" que enfrenta la aplicación del Acuerdo de Paz que desarmó y transformó en partido a las Farc.
Aseguró que "de un año a otro ha crecido un 20% el asesinato de líderes sociales y opositores" y que, pese a los reclamos, se está "configurando un genocidio de la oposición que actúa en la legalidad".
"Comprenderán la preocupación nuestra, porque si a nosotros se nos invita a dejar las armas y a hacer la lucha política en la legalidad, pero nos está esperando ese escenario, deben entender que no son muchas certezas las que nos esperan", añadió.
Negociaciones en La Habana
El quinto ciclo de conversaciones de paz en La Habana tiene como objetivos conseguir una tregua y encontrar mecanismo para que la ciudadanía pueda participar en el proceso de paz, una demanda constante del grupo rebelde.
Ambas partes se mostraron dispuestas a pactar un cese el fuego mejor al que lograron en octubre de 2017 y que duró 101 días, hasta enero de 2018, en medio de críticas de incumplimientos. Al término de aquella tregua el Gobierno colombiano denunció una inmediata ofensiva del Eln.
Las negociaciones de paz entre las partes se desarrollaban en Quito desde febrero de 2017, pero Ecuador se marginó oficialmente como sede y garante el pasado 20 de abril tras inusitados ataques y secuestros realizados por disidencias de las Farc en su territorio. Ahora Cuba tomó la posta.
La isla caribeña, que también es garante del proceso, acogió durante cuatro años los diálogos de paz con las Farc, que culminaron a finales de 2016.
Cuba tiene los requisitos necesarios para que las negociaciones fluyan: experiencia en el tema, cercanía geográfica, confidencialidad y seguridad, características que destacaron tanto el gobierno como las Farc durante sus diálogos.