Tras lanzar una alerta por el riesgo de deslizamientos, inundaciones y crecientes súbitas, el Ideam alertó que mayo será uno de los meses más lluviosos del año.
De acuerdo con las previsiones del organismo, la ola de lluvias se mantendrá hasta mediados de junio, aunque en ese mes las precipitaciones serán muy inferiores a las que actualmente se registran.
Ante las fuertes lluvias, en varias regiones del país se mantiene la alerta roja y se ha pedido a las autoridades no bajar la guardia.
Según Christian Euscátegui, jefe de pronósticos y alertas del Ideam, “lo más fuerte se mantiene aún durante este mes de mayo. En el corto plazo se mantiene una mayor probabilidad de lluvias en buena parte del país, siendo esta semana de carácter relativamente intenso y señalando con esto justamente el pico de lluvias de esta temporada del año”.
Añadió que “en este momento tenemos varios ríos con alertas por crecientes súbitas, adicionalmente por niveles altos, básicamente en los santanderes, Antioquia, buena parte de la región Pacífica y algunas zonas del Piedemonte y del Eje Cafetero donde se presenta una condición importante en los niveles de los ríos. Adicional a esas lluvias que se han venido presentando de carácter fuerte y que dan lugar a que se tenga una alerta por crecientes súbitas en estas zonas”.
Para la zona Andina, las lluvias siguen acogiendo precipitaciones de todo tipo y por tanto no es extraño que haya tormentas eléctricas en el Eje Cafetero, el altiplano Cundiboyacense, santanderes y Antioquia.
En los Llanos Orientales se presentarán lluvias intensas en Arauca, Vichada, Casanare, Meta y el Piedemonte llanero.
Para el Ideam, en la zona del Amazonas persisten las precipitaciones y no se descartan tormentas eléctricas en el Putumayo y Vaupés. Siguen las lluvias ligeras en Guainía.
De otro lado, por los efectos de las fuertes lluvias, la vía que de Bucaramanga conduce a Cúcuta está cerrada por los deslizamientos que se presentan entre los kilómetros 22 y 27, sector conocido como ‘La Corcova’, donde cayeron toneladas de lodo y piedras sobre la carretera.
Allí, cientos de automotores, la mayoría de carga, están a los lados de la carretera. En la zona se desbordó la quebrada Golondrinas, por lo que fueron evacuadas 53 familias que viven a orillas de la vía, jurisdicción del municipio de Tona.
El director de Gestión de Riesgo de Santander, Ramón Ramírez, confirmó que hay una persona desaparecida y varios vehículos quedaron atrapados entre los derrumbes, por fortuna, sus ocupantes fueron rescatados.
Informó, además, que fue rescatado el cuerpo de Víctor Alfonso Alvarado, luego que la avalancha de la quebrada Pailitas, sobre la vía a San Gil, arrastrara la camioneta en la que se trasportaba junto con su hijo de 9 años, quien continúa desaparecido.
También se presentan emergencias en los municipios de Galán, Socorro, San Vicente de Chucurí, San Benito, Páramo y El Playón.
De la misma manera, las precipitaciones ocasionaron varias emergencias en municipios del norte del departamento del Tolima.
De acuerdo con el mayor Luis Fernando Vélez, director de la Defensa Civil, el desbordamiento de la quebrada Galapo, afluente del río Venadillo, originó inundaciones en los barrios Urueña, Turumaná y Caracolí de Ibagué.
La situación ocasionó la evacuación de 14 personas pertenecientes a cuatro familias, siendo reubicadas en albergues temporales.
Así mismo, en Lérida, el incremento del caudal del río Recio y los altos niveles de turbiedad del afluente obligaron al cierre de la bocatoma del acueducto de la localidad y cerca de 18 mil habitantes se encuentran sin el suministro de agua potable.
Otro de los municipios afectados ha sido Fresno, municipio de cordillera en el norte del Tolima, donde se presentó el hundimiento de banca en algunos sectores rurales que provocó el rompimiento de un tubo de gas, situación que ya fue controlada.
También las lluvias han provocado la caída de árboles en el municipio de Coello, centro del departamento del Tolima y en Purificación.
También en Bogotá ayer se presentaron problemas en la movilidad a causa de las lluvias y el consecuente encharcamiento de las vías, especialmente a la altura de la Avenida Eldorado y al norte de la ciudad.