La afirmación del candidato presidencial Gustavo Petro de cambiar el diseño del medio de transporte por uno subterráneo, generó polémica en distintos sectores. El alcalde Peñalosa defendió el actual diseño del servicio elevado

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En medio de la polémica por la posibilidad que planteó el candidato a la Presidencia Gustavo Petro, de cambiar los diseños del Metro de Bogotá, el alcalde Enrique Peñalosa defendió una vez más el metro elevado y criticó a quienes abogan por un sistema subterráneo.

“Solo un ignorante puede creer todavía que un Metro transporta más gente por el hecho de rodar bajo la tierra. Y para los pasajeros es mucho más agradable ir en un Metro elevado, con luz natural y vistas de la ciudad”, señaló Peñalosa a través de su cuenta en Twitter.

Pese a que minutos más tarde Peñalosa eliminó la publicación en la red social, indicó: “como tantas otras mentiras que dice el señor, obviamente un Metro no transporta más gente por el hecho de rodar bajo la tierra”.

¿Es viable? ¿Pero sí es viable cambiar el diseño del Metro por decisión del próximo Presidente de la República?

El director de Planeación Nacional, Luis Fernando Mejía, aseguró que cualquier modificación que se pueda plantear podría generar demoras en la construcción del Metro para la ciudad de Bogotá.

Además indicó que el Conpes lo que aprobó fue el aval de las garantías de la Nación para la financiación de la primera línea del Metro de la ciudad de Bogotá.

Afirmó que la meta es que se puedan publicar los prepliegos antes del 7 de agosto del presente año y en mayo de 2019 se daría la licitación de la obra.

Mejía, dijo que “esta garantía de la nación otorgada a la Empresa Metro de Bogotá, le permite obtener una tasa de interés suficientemente competitiva para contar con una operación de crédito más favorable”.

La duda sobre el cambio de diseño del medio de transporte surgió a raíz de la postura de Gustavo Petro durante un debate en el Canal Capital.

Posiciones

El candidato del movimiento Mejor Vargas Lleras, Germán Vargas Lleras, aseguró que si no se sigue la ruta que ya está trazada se "dilataría la obra", por lo que se comprometió "a sacar adelante el Metro de Bogotá" con el diseño actual. Acerca de la posibilidad abierta por Petro, dijo temer que si se reabre el debate "Bogotá no logre jamás acceder a la primera línea de metro". 

Ante una pregunta de Vargas sobre cómo iba a hacer para revertir un proyecto que ya tiene avaladas las vigencias futuras y que próximamente entraría en licitación, Petro respondió que su principal carta a jugar es que el metro elevado de Peñalosa no tiene estudios de factibilidad ni de ingeniería de detalle, requisitos para desarrollar la licitación. “Y para cuando yo me posesione el 7 de agosto va a ser la hora en que todavía no los van a tener”, agregó.  Así mismo, Petro dijo que su metro, gracias a los estudios ya tiene un costo fijo, “el de Peñalosa no se sabe porque no tiene los estudios”.

Durante la administración de Petro, el presidente Juan Manuel Santos aseguró que el Gobierno nacional asumirá el 70% de las obras de la primera línea del ansiado metro de Bogotá. El porcentaje fue una promesa que el propio Santos escenificó al entregarle a Petro un cheque por valor de $9,65 billones de pesos (unos 3.360 millones de dólares) con el que se supone se iba a financiar la fase inicial de construcción. 

Sin embargo, el alcalde Peñalosa cambió el plan de construcción y optó por un metro elevado. Algunos expertos aseguran que es posible echar para atrás el metro elevado a través de la anulación de los Conpes y los Confis. Sin embargo, esta acción tendría graves consecuencias para la ciudad y sería complicado de materializar.

Fernando Rojas, experto en movilidad dijo que revertir el proyecto “sería un mensaje terrible para los posibles financiadores del Metro y los posibles contratistas” pues les generaría desconfianza.

Señaló que si antes de que se posesione el nuevo Presidente ya está adjudicada la licitación, jurídicamente Bogotá se vería en un gran problema de demandas de las firmas que obtuvieron el contrato. Pero adicional a eso, el experto se pregunta ¿cuál sería la seguridad jurídica para las firmas que se presentarían para realizar el proyecto de Petro?

El director del Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional, José Stalin Rojas, señaló que reversar el Metro jurídicamente es viable, pero complejo y generaría un costo financiero.

Al anunciar el Conpes que autorizó las tres operaciones con los bancos internacionales para adquirir los créditos para la construcción de la primera línea del metro para Bogotá, el Gobierno dijo que “esto permitirá que la Empresa Metro de Bogotá abra el proceso de precalificación de proponentes antes del 7 de agosto, lo cual hace irreversible la construcción del Metro”, sostuvo el presidente Juan Manuel Santos.