“Fracasó la justicia en Colombia”, solo así se podría definir lo que está pasando actualmente con el sistema judicial en el país. Según una reciente investigación de la Universidad Libre, su inoperancia y desconfianza es tan dramática que tres de cada 10 personas deciden tomarse la justicia por propia mano antes que denunciar.
El estudio hecho por Laura Guevara, abogada de esta institución, aleta que la cultura del ‘ojo por ojo, diente por diente’ se volvió costumbre en las ciudades. Solo en Bogotá, entre 2014 y 2017, cerca de 300 personas fallecieron por linchamiento, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, analizados en el informe académico.
A nivel internacional, Colombia ocupa el quinto país en Sudamérica con mayor cantidad de ciudadanos que justifican la violencia por cuenta propia. “Encontramos que el 30% de la población acepta las vías de hecho para cobrar venganza en vez que denunciar. Solo somos superados por Paraguay, Perú, Ecuador y Bolivia, naciones que tienen índices de aceptación de esta práctica entre un 37 y 42%, respectivamente”, afirmó Guevara.
Estos indicadores confirman que el sistema judicial colombiano no solo colapsó sino también fracasó. Las cifras de la investigación son claras: actualmente la congestión judicial supera el 45% y gracias a su inoperancia, en 2017 solo se resolvieron 396 demandas de 2’647.615 que ingresaron a los juzgados. “Es decir, en Colombia menos del 1% de los procesos que entran en un año a los despachos se resuelven con sentencia”, aseveró.
Según la Fiscalía General, la impunidad hoy está sobre el 99%. La razón: el 69% de las personas no denuncian por la desconfianza que le sienten a los jueces. “La prueba es que actualmente solo 24 de cada 100 delitos se comunican a las autoridades”, dijo Guevara, respaldada en los resultados del estudio. Y agregó: “El 70% de los colombianos considera que la justicia es “muy lenta y el 83% tiene una imagen negativa de esta”.
Según el estudio, en la práctica la gente no le cree al sistema porque en el país las estadísticas comprueban que tres de cada 10 delincuentes que son capturados en flagrancia quedan libres. Datos del Centro de Estudios y Análisis en Convivencia y Seguridad Ciudadana, analizados en la investigación, revelan que entre junio y diciembre de 2017, los bogotanos ayudaron a capturar a cerca de 8.100 delincuentes, más o menos 45 ladrones al día. “Tristemente el 80% los aprendidos resultaron ser menores de edad, lo que dificultó su judicialización y en menos de 48 horas quedaron libres; o no se abrieron procesos ya que nadie presentó denuncia. En otros casos, aunque suene increíble, la cuantía del delito, según las autoridades, fue tan baja que no dio lugar a la penalización”, comentó la jurista y cuestionó: “¿Así, cómo le pedimos a la sociedad que no se tome la justicia por su propia cuenta?
De acuerdo al informe académico, hoy en día un proceso ordinario que debería definirse en máximo 12 o 24 meses, se demora hasta 5 o 10 años.
El estudio advierte que en el país solo hay 11 jueces por cada 100.000 habitantes y a cada uno le correspondió el año pasado 390.974 procesos, de los cuales el 99% no tuvo sentencia. En contexto, el índice de jueces por cada 100.000 habitantes a nivel internacional, según la Organización de Estados para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), es de 65, pero en Colombia este indicador apenas llega a 11 evidenciando un déficit superior al 50%.