Cuando se está acostumbrado a tratar a las patadas no sólo el balón sino a las mujeres y a todo el mundo, es difícil hacer gala de un buen comportamiento y de un vocabulario apropiado.
Cuando se está acostumbrado a tratar a las patadas no sólo el balón sino a las mujeres y a todo el mundo, es difícil hacer gala de un buen comportamiento y de un vocabulario apropiado.