ENTRE OTROS temas el Congreso de Asocajas que se desarrolla esta semana hasta hoy en Medellín, se han abordado las reformas: laboral, pensional y de salud que impulsa el Gobierno, en un análisis de las mismas en el cual las cajas de compensación familiar hicieron observaciones sobre aspectos que consideran no favorecen el sector ni al país.
En cuanto a la reforma de salud se hizo referencia a la transformación que deben hacer las actuales EPS en gestoras de salud y vida, en un plazo de dos años.
Al respecto, Adriana Guillén Arango, presidenta ejecutiva de Asocajas, dijo que “nosotros tenemos una tradición de prestación de servicios de salud y queremos mantenernos como prestadores de servicios de salud. Pero además es que tenemos la red de prestación más grande del primer nivel, es decir, de esa prestación primaria a la cual el Gobierno nacional le está poniendo atención”.
Añadió la directiva que es una red poderosa que puede ser útil cuando se tiene el propósito en la reforma de salud de avanzar en prevención y promoción, “y ahí nos queremos mantener en prestación de servicios de salud”, enfatizó.
Guillén explicó que hay varias EPS de las cajas de compensación. Dos en el régimen subsidiado: Comfaoriente, en Norte de Santander, y Comfachocó, en Chocó. En tanto que en el régimen contributivo también están Compensar y Comfenalco Valle.
Sobre éstas últimas la presidenta de Asocajas dijo que “son dos EPS muy importantes, pero que están teniendo problemas financieros porque hay un tema estructural en la operación de las EPS, de la insuficiencia de la UPC, que es la Unidad de Pago por Capitación. Y, por otro lado, hay un plan básico de beneficios, que la población colombiana a veces requiere servicios que están por fuera del plan básico de beneficios, y esos servicios los tiene que pagar el Estado. Y en este momento el Estado ha atrasado los pagos”.
Guillén advirtió que cuando una EPS “se empieza a asfixiar financieramente, pues no le quedan muchas ganas ni tampoco mucho músculo financiero para poder convertirse en un gestor”.
Añadió que la transformación de EPS en un gestor no excluye algo que estas empresas y las cajas saben hacer bien, “que es la operación de servicios de salud. Si esas gestoras les dejaran la posibilidad de coordinar y operar servicios de salud, por supuesto que haríamos un esfuerzo. Pero si estas gestoras van a terminar siendo unas entidades que solamente están auditando cuentas, la verdad es que ahí no hay mayor interés”.
Reforma laboral
La presidenta de Asocajas también se refirió a la reforma laboral que avanza en su aprobación en la plenaria de la Cámara, en medio de la polémica porque una de las mayores críticas que ha recibido es que no propende por la generación de empleo.
“Nosotros queremos ir un poquito más allá de la reforma laboral. Sí nos dimos cuenta que el 30% de la población ocupada en Colombia son esos trabajadores que cuentan con un contrato formal de trabajo, pues la reforma laboral va dirigida a esas personas, pero estamos dejando por fuera a 13 millones de personas que necesitan pensar en ellas en nuevas formas de vinculación laboral, en nuevas formas de relacionarse con el trabajo”.
Por ello, la dirigente dijo que el pedido de Asocajas es que “tenemos que pensar en el 70% de colombianos que están ocupados, que no están recibiendo la atención que se debe desde el mercado laboral”.
Por su parte, David Escobar, director ejecutivo de Confama, dijo que “uno de los desafíos más grandes que tiene este país social y económico es la informalidad. Somos un país con casi 60% de informalidad laboral”.
Agregó que lo dicen los expertos, “y es que la reforma laboral que está en discusión no ayuda a resolver ese problema, puede resolver otros. Está diseñada más para la gente que está en la formalidad, pero para ese 60% de Colombia que está en la informalidad la reforma laboral no está dando una respuesta”.
Propuso Escobar que se tienen que sentar el Estado, empresas, operadores de la seguridad social, EPS, cajas de compensación, “a buscar cómo hacemos una serie de ajustes y reformas para incluir en la formalidad al 100% de la población colombiana, incluso si eso implica aportes menores, la contribución por horas o por días a la seguridad social”.
El directivo dijo que hay más informalidad en las microempresas y en la ruralidad, “y sobre todo en esos dos focos deberíamos hacer algo urgente”.
A su turno, Guillén dijo que “cuando se habla del trabajo por horas o el trabajo por semanas, lo que estamos tratando de decir es esas personas podrían cotizar un pedacito, un porcentaje, y estaríamos ayudando a aliviar esas cargas a los contribuyentes, que somos los que tenemos el contrato laboral y que tenemos que pagar impuestos”.
La presidenta de Asocajas dijo que hay muchas posibilidades nuevas en las que no se ha pensado. “Cuando hablamos de las plataformas, por ejemplo, Rappi, qué tal si el consumidor en cada operación que se está beneficiando un porcentaje se va para el fondo. Que ese proveedor que se está beneficiando un porcentaje de protección se vaya a un fondo. Que ese aplicativo que se está beneficiando de ese uso del aplicativo ponga un porcentaje y creemos un fondo a partir del cual podamos generar protección social para esos rapitenderos”.
Reforma pensional
Adriana Guillén Arango dijo que otro problema para las cajas de compensación se está presentando por la reforma pensional, pues “hoy en día para poder recibir el subsidio que quedó planteado en la reforma pensional, la persona no puede tener ningún tipo de renta. Es decir, no puede recibir ninguna ayuda adicional. Entonces eso nos puede sacar del camino porque nosotros estamos entregando nuestra cuota monetaria a los papás de nuestros afiliados”.
Acotó que lo que las cajas están planteando es que se haga una corrección que les permita seguir entregando dicha cuota a las personas que reciben el subsidio por la reforma pensional, “y eso lo que haría es aumentar el porcentaje del subsidio para llegar a un 63% de una línea de pobreza”.
Adriana Guillén destacó que más de 25 millones de colombianos se benefician de servicios que prestan las cajas de compensación familiar, los cuales se han ido incorporando desde que estas instituciones surgieron en el país en los años 50, como son el subsidio familiar, subsidio para vivienda, crédito para vivienda, recreación, educación, entre otros.