A PUNTO de hundirse estuvo en la Comisión Primera del Senado el proyecto de reforma política, que va en quinto debate.

De hecho, la jornada comenzó muy mal para la iniciativa, que ha sido fuertemente criticada por distintos partidos, tanto de la oposición como de voces de la propia coalición de gobierno. Los artículos que permiten que los congresistas puedan ser nombrados ministros, el que establece la financiación estatal de las campañas, unido al que obliga a repetir en las listas cerradas el mismo orden de las parlamentarias de 2014, e incluso el que sube el umbral electoral del 3 al 5%, han recibido muchos peros.

Es más, en la Comisión Primera el propio ministro del Interior, Alfonso Prada, señaló que si el texto no era ajustado, el presidente Gustavo Petro era partidario de hundir la iniciativa, poniéndose así en la misma línea de varios congresistas que consideran que la reforma profundiza la politiquería y el clientelismo.

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Tras advertir que el Gobierno no había avalado varios de los cambios a la ponencia para quinto debate, el titular de la cartera política afirmó que “… esta mañana, hablando con el presidente Petro, les anuncio que me decía que si no se mejora la reforma, el propio Gobierno va a pedir su hundimiento y que comencemos de cero. Es decir, para ratificar el hecho de que no estamos casados con prejuicios, pero tampoco renunciamos al principio democrático de debatir”.

En medio de un debate en donde el uribismo alcanzó a proponer el archivo del proyecto, el Pacto Histórico, por intermedio incluso del presidente del Senado, Roy Barreras, dilató el ritmo de las discusiones, hasta que llegó el momento de aplazar para hoy el debate, ya que la plenaria estaba citada para tramitar la moción de censura a la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez.

Así las cosas, hoy se sabrá si la reforma política se salva o se hunde en la Comisión Primera.