UNA DURO reparo hizo ayer el Congreso de la República al Gobierno nacional durante el debate de control político citado por la Comisión Tercera del Senado ante la baja ejecución presupuestal de este año.

Al respecto, el presidente de la corporación y de la Dirección Nacional del Partido Conservador, Efraín Cepeda, afirmó que el ministro que no ejecute, tendrá menos presupuesto para el año 2024.

“Ministro que no ejecute, ministro que le reducimos apropiación presupuestal en 2024. En otras palabras, si usted no es capaz de ejecutar, haremos traslados presupuestales. Tener la plata guardada en un banco es un atentado contra el crecimiento económico y la generación de empleo”, dijo el congresista, quien afirmó que “he estudiado 31 presupuestos de la nación y nunca había visto una ejecución tan crítica”.

En consideración, manifestó que “en promedio la ejecución presupuestal es de 37,47% (para los congresistas debe estar en 50%), una cifra baja aun cuando ya ha pasado gran parte de la vigencia de 2023. Una baja ejecución presupuestal de recursos públicos es una problemática que acarrea una serie de consecuencias perjudiciales para la sociedad y la administración en el país en general”.

No obstante, el senador de Cambio Radical, Carlos Julio González, afirmó que, aunque se está vislumbrando una ejecución mediocre, cortar el presupuesto a los ministerios sería peor. “Más que recortar presupuesto hay que sacar al ‘inepto’ que no está ejecutando”, manifestó el congresista, además de considerar la necesidad de realizar un “control de mando” para una verificación de la ejecución presupuestal.

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La respuesta

El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, sometido a debate de control político por la Comisión Tercera del Senado, respondió tras recibir ‘palo’ de parte de los congresistas que su cartera no es un ejecutor. Destacó que su cartera posee una “bolsa” cuyos recursos son asignados para cubrir los gastos correspondientes.

También hizo referencia al elevado endeudamiento en el país, asegurando que una de las funciones principales del Gobierno es ir saldando dicha deuda, la cual se concentró durante los primeros años de esta administración. Por cierto, aseguró que en el año 2025 podrían recuperar el grado de inversión perdido por la nación, lo que conllevó a pagar cuotas de intereses más elevadas.

“Los invito a revisar en qué se gastó toda la plata de la deuda tomada entre 2019 y 2021, pues no fue para inversión, pero sí llevó a que el endeudamiento del país esté en el límite de la insostenibilidad”, aseguró el ministro de Hacienda a los congresistas.

Ante los señalamientos por la baja ejecución, también respondió que “cuando hablamos de ejecución son dos tipos: presupuestal y de caja. La primera es cuando el presupuesto se compromete, se establece la asignación y esta llega a un tipo de modalidades por obra. Y la de caja es cuando las obras se adelantan y donde hay que señalar claramente que no puedo pagar por obras que no se han hecho… «Yo no pago al momento del contrato, porque eso es pagar por obras no recibidas». Pagamos inversión contra obra recibida, los ‘elefantes blancos’ son un problema del pasado y no es el objetivo de este gobierno”.

En torno a la expectativa de crecimiento, afirmó que para este año será de 1,8% y 2%. “Dicen que la expectativa de crecimiento de la economía colombiana en 2023 está en ascenso. Que ponemos terminar en 1,5%, otros dicen 1,8% y otros 2%. En un escenario de desaceleración económica, no pueden esperar que la economía de 2023 crezca en un 5%. Crecer al 1,8% al 2% es una muy buena respuesta a la economía colombiana dada la coyuntura. Vamos a crecer al 1,8% y el gasto público va a cumplir su cometido”.