La Constitución contempla dos escaños para los afrocolombianos en Cámara por una circunscripción especial, por tratarse de una minoría étnica, sin embargo cursa un proyecto de ley que afina los requisitos para acceder a estas y corrige algunos aspectos que no están funcionando, como señala el parlamentario Jhon Arley Murillo, del Consejo Comunitario Ancestral de Comunidades Negras Playa Renaciente.
EL NUEVO SIGLO: ¿Por qué la necesidad de reglamentar el acceso a estas curules?
JHON ARLEY MURILLO BENÍTEZ: Existen dos curules especiales en la Cámara para comunidades negras que se eligen a través de una circunscripción general, y la forma como se avalan las personas que deben inscribirse a esta circunscripción está definida en la Ley 649, que define básicamente requisitos generales, y es que sea miembro de la comunidad afro, que esté avalado por una organización que esté registrada ante el Ministerio del Interior, lo que ya a través de una serie de jurisprudencias se ha determinado es que cuando se habla de organizaciones son solamente los consejos comunitarios, y ya no se puede hacer a través de organizaciones de base de tipo urbano como se hacía anteriormente.
La Ley es muy escueta a la hora de definir los requisitos, y eso ha llevado a una práctica común y es que todos los representantes a la Cámara por comunidades negras han sido objeto de demandas de nulidad de la inscripción por uno u otro motivo, y también creemos que es por la falta de claridad y de mayor precisión en esos requisitos.
De hecho eso lo reconoció la Corte Constitucional en una Sentencia, la 169 del 2001, cuando hace el estudio de constitucionalidad de esa Ley, que le da concepto de exequibilidad, donde reconoce que aunque los requisitos son muy escuetos, eso se debe a que en ese momento, en el 2001, el proceso organizativo de las comunidades negras estaba muy débil, y no podía exigirle igual requisitos como sí los exigían a los indígenas.
ENS: ¿Entonces…?
JAMB: Pues exhorta que a futuro se fueran precisando esos requisitos. Y además porque en los últimos años, creo que desde que la Ley se creó, las dos curules han venido quedando en cabeza de personas que estamos mucho más cercanas a realidades urbanas de las comunidades negras y no tanto a realidades rurales.
Por ejemplo los dos representantes actuales ambos vivimos en Cali. Y eso hace también un llamado de las comunidades negras que están en las zonas rurales que se sienten no representadas, de hecho en la propuesta uno de los temas de fondo es decir que de las dos curules, una represente a las comunidades negras rurales y otra represente a las comunidades negras urbanas.
ENS: ¿La representación en la Cámara de esta población también es cuestión de color de piel?
JAMB: Es un tema en el que ha habido discusión, la Corte Constitucional ha dicho en varias sentencias que el autorreconocimiento de una persona, puntualmente a la comunidad afro, no está supeditado a un tema de color de piel sino que autorreconocimiento es de la voluntad de la persona. Por lo tanto, no hay ningún requisito que diga que debe ser afro por el color de piel o por otra condición, sino que pertenezca a la comunidad afro.
ENS: Un viejo reclamo de la población afro es que no tiene representación en Senado...
JAMB: En la reforma política que presentó este Gobierno al comienzo del año, presenté una proposición que precisamente buscaba crear la curul de los afros en el Senado, digo que no es lógico que hoy los afros siendo cuatro veces más que los indígenas, tenemos 50% menos representación.
Los indígenas tienen 3 curules, una en Cámara, dos en Senado; nosotros tenemos dos curules en Cámara. Ese es un tema que no es culpa de nadie así quedó en la Constitución, lo que esperamos es que se vuelva a discutir una reforma política donde podamos dar la discusión y poder plantear nuevamente ese artículo. Por eso es que no estoy de acuerdo con aquellos que dicen reduzcamos el Congreso, cuando las comunidades afro antes estamos buscando es más representación porque hoy estamos subrepresentados en el Congreso.
Esto tiene un impacto muy grande porque a veces sacamos iniciativas en la Cámara, las hacemos aprobar en comisión y en plenaria, pero cuando llegan al Senado al no tener nadie que las apalanque (las coja como suyas y las respalden) muchas veces se hunden.