Zuluaga y Cabal, dos perfiles distintos en precampaña uribista | El Nuevo Siglo
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Lunes, 13 de Septiembre de 2021
Redacción Política

Tras la decisión la semana pasada del Centro Democrático en torno a que su candidato presidencial único se escogerá por vía de una encuesta interna, cuyos resultados se darán a conocer en noviembre, la campaña por ese tiquete en el uribismo tomó un nuevo impulso.

Desde que Óscar Iván Zuluaga oficializó hace un mes su precandidatura es evidente que las aguas al interior del uribismo empezaron a agitarse. De entrada, en menos de 15 días, tres precandidatos anunciaron su apoyo al exministro de Hacienda y aspirante presidencial en 2014, cuando sacó más de siete millones de votos en la segunda vuelta, pero perdió con el candidato-presidente Juan Manuel Santos.

Los senadores Ernesto Macías, Carlos Felipe Mejía y Paola Holguín dejaron de lado sus precandidaturas y anunciaron su respaldo a Zuluaga. Así las cosas, quedan en competencia nombres como los de la senadora Paloma Valencia y María Fernanda Cabal, el representante a la Cámara Edward Rodríguez y el ex viceministro Rafael Nieto Loaiza.

Aunque se había dicho en sectores del Centro Democrático que alguno de estos últimos nombres también daría un paso al costado para sumarse a Zuluaga, ello no ha ocurrido hasta el momento.

Por el contrario, Valencia intensificó en las últimas semanas giras por distintas zonas del país, en tanto que Nieto Loaiza ha sido muy activo opinador en los principales temas de la coyuntura nacional. De su lado, Rodríguez ha insistido en que sigue adelante y tiene cómo competir por esa candidatura única.

Sin embargo, para algunos analistas lo que se está pudiendo ver es que la competencia en el Centro Democrático se podría estar concentrando en dos nombres: Zuluaga y Cabal. Por lo menos así lo dejan ver algunas de las más recientes encuestas en donde el exministro y la senadora vallecaucana son los que más suenan, aunque todavía de la mitad de la tabla para abajo.

"Cabal lleva más de mes y medio en la baraja de precandidatos, algo más que Zuluaga… Como ambos están empezando a representar algunas corrientes al interior del partido e incluso en otras franjas, no es extraño que sus nombres empiecen a tomar fuerza... Ahora, habrá que esperar las reglas de las encuestas, el cómo y el cuándo de estas, para poder ver un panorama más despejado en torno a cuál de esos dos nombres se va posicionando más... Pero yo no dejaría por fuera a la senadora Paloma, que es muy cercana a los afectos del expresidente, si usted me pregunta, incluso, mucho más que Zuluaga y Cabal", le dijo a EL NUEVO SIGLO una alta fuente del Centro Democrático.


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Dos énfasis

Lo cierto es que Zuluaga es visto en las toldas del partido de gobierno como un dirigente al que el país le cabe en la cabeza, que tiene una amplia experiencia en lo público, ha ocupado un ministerio principal y ya sabe lo que es una candidatura presidencial. De hecho, es común escuchar de dirigentes uribistas que Zuluaga no perdió la elección de 2014 sino que el triunfo le fue ‘arrebatado’ por un presunto complot en su contra, debido a las acusaciones de estar detrás de una estrategia de espionaje del proceso de paz, proceso penal que le fue archivado.

Cabal, a su turno, ha logrado empezar a sumar apoyos de los sectores más conservadores del Centro Democrático, llamados al interior de la misma colectividad como de ‘línea dura’. Es más, no pocos consideran a la congresista como una voz con más eco del sector que señala al presidente Duque de no haber gobernado con las tesis y políticas que el uribismo prometió en campaña de 2018 y lo llevaron a sumar el respaldo de más de 10 millones de colombianos.

Ese sector de ‘línea dura’, para nadie es un secreto, es especialmente crítico con la Casa de Nariño, acusando al Jefe de Estado de querer mostrarse como un mandatario centrista en muchos aspectos políticos, económicos, sociales e ideológicos, marcando así distancia sutil pero evidente de las directrices más caracterizadas de uribismo.

Por ejemplo, esa corriente es la que acusa a la Casa de Nariño de no haber sido lo suficientemente diligente para concretar la reforma al acuerdo de paz firmado por el gobierno Santos, especialmente en lo relativo a modificar o acabar la Jurisdicción Especial de Paz así como frenar la posibilidad de que los cabecillas desmovilizados de esa guerrilla puedan seguir en el Congreso.

Zuluaga, entretanto, si bien es muy enfático en sus críticas al acuerdo de paz y en su actual campaña ha insistido en la necesidad de recuperar el control del orden público, es visto como un aspirante que evita caer en los extremos y propuestas extremistas de los sectores más derechistas del uribismo.

"Son dos discursos políticos distintos, el de Cabal tiende a ser más confrontacional y desafiante. Y eso hace que tenga eco en algunos sectores del partido, e incluso fuera de este, en donde se considera que al Gobierno le faltó más decisión y mano dura para reformar el acuerdo de paz, para hacer frente a los desafíos de seguridad y orden público e incluso para desarrollar un gobierno más marcado desde el punto de vista ideológico y político, que permitiera una confrontación política más eficiente con los sectores de centro-izquierda... Zuluaga, si bien enfatiza en las banderas más primigenias del uribismo, está mostrando un discurso más hacia adelante, en donde la prioridad, más que hacer una remarcación ideológica, es plantearle al país propuestas para recuperar la seguridad, consolidar la reactivación económica y social, hacer más eficiente el gasto público y sobre todo en generar empleo", explicó la misma fuente del Centro Democrático.


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Dos tácticas

Una muestra de esa diferenciación de estrategia política y electoral se dio, precisamente, días atrás. Zuluaga se ha dedicado más a giras por muchas zonas del país, acompañándolas de una amplia exposición mediática, en donde insiste en un discurso hacia adelante y propositivo, con su bandera de dos millones de empleos. Cabal, por su parte, estuvo en Brasil en uno de los principales foros de la centroderecha latinoamericana, e incluso se reunió con allegados al presidente Jair Bolsonaro. Desde allí fue enfática en advertir los riesgos de los regímenes de izquierda en el subcontinente y la urgencia de que Colombia evite caer en esta clase de gobiernos, a la par de sus duras críticas a alcaldes de ese sector ideológico en Colombia, como los de Cali y Bogotá.

"No veo tan marcadas esas diferencias, creo que Zuluaga y Cabal, lejos de contradecirse, se complementan. Si usted analiza los énfasis en los discursos y pronunciamientos de cada uno, puede ver a las claras que ambos proyectan lo señalado por el expresidente Uribe, quien ha sido insistente en los últimos meses en torno a que el partido debe ponerse como norte no solo en evitar que la izquierda populista y demagógica llegué al poder en 2022, sino que es necesario enfatizar las políticas en materia social, de generación de empleo y de recuperación de la seguridad y el orden público...", indicó otro dirigente de ese partido, que pidió mantener reserva.

En ese orden de ideas, hay quienes consideran que el Centro Democrático, como el resto de organizaciones, está midiendo el peso y eco de sus distintas corrientes internas, al tiempo que evalúa cuál de los perfiles le podría dar más juego a la hora de competir en la consulta interna de la centro-derecha y luego en la puja directa por la Casa de Nariño, enfrentando a varios pesos pesados de la izquierda y la centro-izquierda.