Una de los temas hablados entre el presidente Santos, la cúpula de los partidos y bancadas de la Unidad Nacional así como con varios congresistas conservadores en la noche del miércoles pasado en la Casa de Nariño, fue la necesidad de que la coalición parlamentaria respaldara el proyecto de Plan Nacional de Desarrollo que presentará el director de Planeación, Simón Gaviria, y empezará a ser debatido en febrero.
“… Donde manda capitán, no manda marinero”. Esa fue la respuesta que un alto dirigente de La U dio ayer a un periodista de EL NUEVO SIGLO cuando se le preguntó cuál debería ser la estrategia de la colectividad para la Alcaldía de Bogotá.
A propósito de un informe publicado en la pasada edición dominical de EL NUEVO SIGLO sobre los porcentajes de votación con que habían llegado al poder los últimos alcaldes de Bogotá, uno de los estrategas políticos de una de esas campañas exitosas envió a esta Sección los siguientes tips respecto a algunos aspectos de esos resultados y sus implicaciones.
Más alto, pero
Más alto, pero
El próximo lunes podría estar iniciando en La Habana el ciclo 32 de las negociaciones entre el Gobierno y las Farc.
En los círculos empresariales y gremiales ya hay voces alertando que el ajuste presupuestal del Gobierno por cuenta de la caída en los precios del petróleo tendrá que ser más drástico de lo previsto y será casi imposible que no termine afectando varios de los programas claves de inversión social.
Hace un año el presidente Santos fue a Quibdó acompañado de toda la plana de la cúpula militar con el fin de activar la Fuerza de Tarea Titán, que tenía como principal misión arreciar el combate contra las Farc y las Bacrim en Chocó y Nariño.
La Procuraduría General solicitó al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible información sobre las actividades de participación y socialización que se adelantarán con los pobladores de las jurisdicciones del páramo de Santurbán, en cumplimiento de la resolución 2090 del 19 de diciembre de 2014, por medio de la cual se delimitan este ecosistema y sus jurisdicciones.
El primer acuerdo sobre “desescalamiento” de la guerra en la mesa de negociación entre el Gobierno y las Farc se daría alrededor del tema del desminado.
Como siempre ocurre en tiempos de receso legislativo, no pocos parlamentarios, y su cuerpo de asesores, siguen pendientes de las coyunturas diarias con el fin de determinar si es necesaria alguna reforma legal para hacerles frente. Eso no es natural y propio de la función de los congresistas. Lo que no pocos analistas critican es el hecho cada vez más marcado a considerar que todo problema requiere necesariamente de una ley para resolverlo.
No hay mucho optimismo en las filas del uribismo respecto a la posibilidad de establecer alianzas con un sector del conservatismo en el Congreso. Por lo menos así lo admitió un senador del Centro Democrático en charla off the record con un periodista de EL NUEVO SIGLO. Según el parlamentario, si bien el conservatismo no hace parte de la Unidad Nacional sí ha mantenido la mayoría de las cuotas de poder que tenía en el Gobierno cuando integraba la coalición santista.
“De 200 a 300 mil votos”. Esa fue la respuesta que un concejal de Bogotá le dio a un periodista cuando se le interrogó, en medio de un almuerzo para la celebración del fin de año, sobre el número de votos que podría mover la Administración Distrital a través de la burocracia y los contratistas en todas las dependencias, institutos y secretarías.
El proyecto de reforma al equilibrio de poderes volverá a ser abordado por la Comisión I del Senado en marzo próximo. Desde ya se sabe que las altas Cortes judiciales harán un análisis pormenorizado de la iniciativa antes de que el tema comience su quinto debate y buscarán proyectar un documento conjunto de observaciones con el objetivo de que los congresistas lo tomen como insumo para las discusiones en la segunda y definitiva vuelta.