Gente. En el Valle de Tenza, la naturaleza tiene su Ángel | El Nuevo Siglo
ÁNGEL DE JESÚS Barbosa destinó seis de las diez hectáreas de “El Paraíso” a la conservación del Bosque. /Álbum particular
Viernes, 22 de Diciembre de 2023
Redacción Medio Ambiente

SON MUCHOS los beneficios que aporta el café al medio ambiente y eso lo entendió Ángel de Jesús Barbosa, un campesino boyacense que desde 2012 inició su cultivo sostenible en una finca de 10 hectáreas.

De acuerdo con los expertos, este tipo de negocio verde, ayuda a preservar los bosques, conservar el agua, sirve de reserva de especies animales y vegetales, absorbe dióxido de carbono del medio ambiente, promueve la reforestación y evita la erosión.

Explican que “en el caso del café, el cultivo sostenible es el que no agota los recursos naturales disponibles y contribuye a la conservación de los ecosistemas sin perjudicar la flora y la fauna”.

La Federación Nacional de Cafeteros estableció una estrategia ambiental que prevé equilibrar el progreso económico, la calidad de vida del productor y los recursos ambientales. Esta estrategia de gestión ambiental se centra principalmente en la adaptación y mitigación del cambio climático, los riesgos climáticos y la gestión eficiente de los recursos ambientales.

Además de la necesidad de establecer prácticas de gestión amigables con el medio ambiente desde la perspectiva del productor de café, también están aumentando las exigencias de las políticas y empresas con respecto a los datos que respalden las declaraciones ambientales en la producción agrícola.

Con la asesoría de los expertos de la Corporación Autónoma de Chivor (Corpochivor), Barbosa decidió convertirse en el ‘Ángel’ de la que considera una zona hermosa y destinar solo cuatro de las diez hectáreas de su finca, a la producción del café San Ángel.

“Mi profesión siempre ha sido la de caficultor. Toda mi vida la he dedicado a labrar la tierra y he aprendido sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, no atentar contra la flora y la fauna que abunda en esta región”, dice.

Explica que su proyecto en favor de la naturaleza, a través del cultivo de café consiste “en la siembra, abono, fertilización, recolección, secado, beneficio, tostión y molienda de café, todo lo anterior con el más especial cuidado en el medio ambiente. Con procesos artesanales en varias partes del proceso, sin el uso de productos químicos que causen daño a la fauna que nos acompaña”.

Beneficio

Asegura Ángel que el mayor aporte que hace al medio ambiente desde su finca es a través de “la siembra de árboles y plantas que generan oxígeno, además en la transformación de desechos orgánicos en abono para el mismo cultivo y secado en túneles solares”.

“El secador solar tiene como propósito incrementar el aprovechamiento de la energía solar, disminuir costos. El secador tipo túnel solar consta de una estructura de guadua o construida en otros materiales disponibles en la finca, una cubierta plástica transparente, un piso de malla plástica y compuertas enrollables de plástico transparente. Para que funciones debe instalarse en un lugar expuesto al sol”, señala Ángel.

Recuerda que “el proyecto inició por allá en el 2012 en las bellas y fértiles tierras del Valle de Tenza con unas pocas matas de café”.

Agrega que “esta tierra es maravillosa. Lo que se cultiva se da, pero hay que cuidarla, hay que devolverle algo y por eso pensé en este negocio verde que me permite preservar los árboles que hay en la finca”.

“Tenemos el privilegio de contar con diversidad de climas que van desde el frío páramo hasta el cálido llano. Es una zona rica en fauna y flora”, dice, Barbosa, quien no pierde oportunidad para hablar de su café San Ángel.

Sostiene que lo que lo motivó a trabajar por el medio ambiente fue “lo que ya había dicho, las ganas de aportar y devolver un poco de lo que la tierra nos brinda. Generar un algo de conciencia en la comunidad para que cuide la naturaleza. A las personas que están en mi entorno les insisto en la necesidad de que hagamos algo para dejarle a las futuras generaciones un ambiente sano, que sepan que pueden respirar un aire puro y que nosotros cuidamos el agua y la fauna”.

Satisfacción

Dice Ángel, quien todos días se levanta cuando el sol todavía no ha salido, que su mayor satisfacción en esta labor “es ver el proceso de cómo una plántula pequeña al pasar el tiempo va creciendo lentamente y al llegar al punto de su maduración da frutos y no me refiero solo al café. Ver también que se pueden generar ingresos a través del campo aportando trabajo y amor hacia él. Asimismo, descubrir que la tierra es agradecida y si se cuida, da lo que se siempre”.

Sin embargo, Ángel no está exento a una que otra decepción en este trabajo en favor de la naturaleza. “En épocas de mucho sol las plantas tienden a secarse y las matas mueren. Es triste y a la vez frustrante no poder hacer nada para revivirlas. Duele verlas como se van marchitando”, dice.

Explica que “mi finca tiene una extensión de diez hectáreas de las cuales cuatro están sembradas con café. Las otras seis están dedicadas al cuidado de la naturaleza. Los árboles no se tocan y, por el contrario, sembramos más para que la fauna tenga su hábitat”.

“Mi pedacito de tierra está ubicado en el oriente del departamento de Boyacá, en el municipio de Tenza, vereda Aposentos, finca “El Paraíso”. Y es un paraíso para la flora y la fauna, no se cortan los árboles ni se cazan las aves”, afirma.

Se siente orgulloso de que su familia participe del trabajo en favor del medio ambiente. “En cabeza de mi esposa y mis hijos, hemos sembrado plantas cafetales y árboles de la región para el beneficio del campo. Hemos cuidado el agua y manejamos abonos orgánicos amigables con el medio ambiente. Repito, no usamos químicos porque pueden ser dañinos para los animalitos y ellos no nos están haciendo ningún daño, por el contrario, nos alegran la vida con su presencia y las aves con su canto”.

Asevera Ángel que entre otros proyectos que adelanta en favor con la naturaleza está “la siembra de árboles frutales como mango, plátano, banano, naranjos, aguacate y de la región con el fin de generar un mejor ambiente y calidad de aire”.

“Por acá se ven muchos árboles frutales, dependiendo de la altura. Tenemos el café que es nuestro principal producto, los frutales que ya mencioné, así como árboles maderables y de sombrío”, señala.

Añade que “hay una gran variedad de animales silvestres y también mucho ganado vacuno y ovino. Las aves son coloridas. Muy lindas y llamativas”.

Manifiesta que recibe apoyo, y que consiste principalmente en asesoría, de “Corpochivor, el SENA y algunas entidades locales”.

Explica que cultiva café variedad castillo y caturra, cuya producción está llegando “principalmente a los municipios de Boyacá, (Tenza, Garagoa, Guateque, La Capilla, Villa de Leiva, Tunja, Paipa) y en Cundinamarca a Chía y Bogotá”.