Perspectiva. Armando, padre de 27.000 neonatos de tortuga de río | El Nuevo Siglo
ARMANDO Viga Ruiz lleva 17 años trabajando para proteger y aumentar la población de tortugas de río.
Foto: Asprodecavi
Sábado, 19 de Agosto de 2023
Redacción Medio Ambiente

Cuando se trata de proteger o ayudar para que se incremente el número de esta especie en el país, Armando Viga Ruiz no va a paso de tortuga.

Él, con su criadero ubicado en el municipio de Santa Cruz de Lorica, departamento de Córdoba, se ha convertido en el ‘padre’ de 27.000 neonatos de tortuga de río (Podocnemis lewyana).

Este administrador de empresas cuenta que desde hace 17 años empezó a criar esos animalitos de caparazón ovalado y aplanado, de cabeza delgada y nariz protuberante y que tienen una mandíbula superior que es ligeramente redondeada y sin muescas, cuyas hembras son más grandes que los machos, registrando una longitud máxima de 50 cm y en un macho de 36 cm.

“El nombre de nuestro grupo de trabajo es Asociación para el Desarrollo Comunitario y Mejoramiento Ambiental de Caño Viejo (Asprodecavi)", comenta Viga Ruiz, quien es su representante legal.

Dice que la idea de establecer el criadero surgió al ver que “sus poblaciones se notaban muy bajas. Era necesario hacer algo por esta especie. De eso hace ya 17 años y seguimos trabajando por la conservación y producción de la tortuga de río”.

Explica que “se empieza por recolectar los huevos y traerlos a una pieza de nuestra casa para incubarlos. Además, en las riberas del río se construyen unos bancos de arenas que llamamos playas artificiales, para que allí las tortugas desoven, son colectados y traídos también a la incubadora”.

Señala que optó por proteger a esta especie porque “nosotros éramos cazadores de la tortuga de río, consumíamos su carne y sus huevos. Cuando tuvimos la idea de conservarla, nos pareció más importante que esos mismos huevitos que traíamos a casa para consumir, ya no fueran a ser cocinados, sino eran llevados a un recipiente plástico con arena y sellado con un papel celofán, y al término de unos 70 días aproximadamente naciera un tortuguillo. Eso nos cambió la forma de pensar y en un abrir y cerrar de ojos nos volvimos protectores de la tortuga, hasta nuestros días”.

El proyecto

“El proyecto nació en el año 2006, por eso le digo que llevamos 17 años sostenidos en la labor. Cuando comenzamos esta bonita  actividad quisimos de alguna forma repararle el daño causado a esta especie, conservándola y protegiéndola. Es así que hoy somos guardianes de la tortuga de río”, asevera Armando.

Indica que el proyecto se desarrolla “en la vereda de Caño Viejo, corregimiento de San Nicolás de Bari, en el municipio de Santa Cruz de Lorica departamento de Córdoba (río Sinú)”.

“Desde el año 2006 hasta hoy se ha logrado el nacimiento de 27 mil neonatos de esta especie. Contamos con una tasa efectiva del 95 %, lo que quiere decir que de cada 100 huevos fértiles incubados, 95 se vuelven tortuguitas”, expresa Viga Ruiz.

Al ser preguntado a qué lugares son llevadas las crías, manifiesta que “monitoreamos siete playas naturales y dos artificiales, en un radio sobre el río Sinú de 13 kilómetros. Cuando nacen son llevadas a sus playas de origen para no alterar su ciclo natural”.



“Esta es una especie endémica de Colombia. Habita en los ríos Magdalena, Cauca y Sinú. Según el libro rojo de la UICN, se encuentra críticamente amenazada, al punto que en un futuro cercano se puede extinguir”, dice, y esa es otra de sus motivaciones para trabajar día a día por la especie.

La tortuga de río habita en las cuencas Caribe y Magdalena en los departamentos de Antioquia, Atlántico, Bolívar, Boyacá, Caldas, Cesar, Córdoba, Cundinamarca, La Guajira, Magdalena, Santander, Sucre y Tolima.

Explica que “esta especie sobrevive en aguas vivas, en el mismo lecho del río y en épocas de invierno va a las ciénagas aledañas para alimentarse, pero su mayor tiempo de vida lo pasa en el río propiamente dicho”.

Ello quiere decir que buscan las zonas inundadas y ciénagas. Salen a las orillas o se posan sobre troncos y rocas para tomar el sol. Anidan en bancos de arena y playas a lo largo del río.

Importancia

Esta especie es de gran importancia dentro de las comunidades biológicas, pues participa en la cadena trófica y es dispersora de semillas. Es principalmente herbívora.

“Son importantes para los ecosistemas porque ayudan a mantener el equilibrio de peces pequeños y de malezas flotantes en los ríos”, expresa Armando.

Afirma que la principal amenaza para las tortugas de río es “el hombre” por la sobreexplotación, tanto de huevos como de carne para el consumo humano. Además, son comercializadas para ser usadas como mascotas.

Asimismo, “la extracción de arena del lecho del río, el pisoteo de las playas de anidación en épocas de verano, por el ganado de las fincas colindantes, los perros, cerdos, hormigas y lobos polleros entre otros”, dice Viga Ruiz.

Cuenta que en la labor de aumentar la población y protegerla lo apoyan “la empresa Urrá SA E.S.P. y la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú (CVS)”.

Señala que la principal limitante para desarrollar su labor de proteger y aumentar la población de tortugas de río “es la falta de recursos. También, tener más acompañamiento, por parte de la institucionalidad. Nos falta una lancha con mayor capacidad para lograr ampliar el área de monitoreo aguas arriba y abajo desde lugar donde se encuentra el proyecto”.

Por eso, afirma que se puede hacer más para protegerla, “como, por ejemplo, dar mucha importancia al tema de capacitación a la población ribereña, que las instituciones gubernamentales se vinculen más a estos programas de conservación, incluidas las educativas”.

“¿En qué otros proyectos trabajamos? En este solamente, hemos enfocado todas nuestras fuerzas para que la tortuga de río (Podocnemi lewyana), no se extinga”, manifiesta.

Dice que su mayor satisfacción en esta labor es “ver nacer año tras año centenares de tortuguitas y que ya se puede observar el aumento de las poblaciones juveniles en las riberas del río, en nuestro territorio, fruto de toda esa lucha por conservarla”.

Asimismo, al representante legal de Asprodecavi le causa decepción “que todavía haya cazadores furtivos, que delante de nuestros ojos las cacen y nosotros sin poder hacer algo. De la misma manera, el desinterés que todavía se siente en la institucionalidad”.

En cuanto a si la comunidad comprende la importancia de la tortuga de río, señala que “va aprendiendo que hay que cuidar los recursos naturales y el medio ambiente, entre ellos la tortuga, porque es eso lo que nos va a permitir que nuestra especie humana no se extinga”.