LOS GOBIERNOS de izquierda en América Latina, con excepción de Chile, se alinearon con Pedro Castillo desde el mismo momento en que fue destituido y encarcelado, tras su fallido intento de cerrar el Congreso de Perú, llevando al Ejecutivo en cabeza de Dina Boluarte a una protesta oficial que amenaza con escalar ante las altisonantes declaraciones de algunos mandatarios regionales.
Tres días después del forzado cambio de mando presidencial en la nación andina, los mandatarios izquierdistas Gustavo Petro (Colombia), Andrés Manuel López Obrador (México), Alberto Fernández (Argentina) y Luis Arce (Bolivia) expidieron un comunicado conjunto donde además de expresar su respaldo a Castillo exhortaron “a quienes integran las instituciones de abstenerse de revertir la voluntad popular expresada con el libre sufragio".
"El Presidente Castillo Terrones, desde el día de su elección, fue víctima de un antidemocrático hostigamiento, violatorio (...) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos", agrega el comunicado rubricado por los cuatro mandatarios y en el que también insisten en que el destituido presidente es "objeto de un tratamiento judicial (...) violatorio" de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Castillo, que estuvo año y medio al mando de Perú fue detenido el pasado 7 de diciembre por orden judicial y enfrenta cargos de rebelión y conspiración, horas después de que anunciara la disolución del legislativo, la reforma a las instituciones judiciales y la declaratoria de emergencia que le permitiría gobernar por decreto nacional. Sin el apoyo de las Fuerzas Armadas se frustró su plan e inclusive fueron su mismo esquema de seguridad el que lo llevó a la Prefectura de la Policía en Lima en lugar de la embajada mexicana a donde había ordenado ir para solicitar asilo.
En sesión inmediata y extraordinaria, el Congreso aprobó tanto su destitución, con una votación record (101 de 116) como una norma que permite acelerar el juicio penal en su contra, el que comenzará a surtirse en breve y con el maestro rural tras las rejas ya que la justicia le prorrogó la prisión preventiva hasta junio de 2024 por considerar que amén del elevado riesgo de fuga hay evidencia de que cometió varios delitos, entre ellos rebelión y conspiración, independientemente de los que se le endilgan en las investigaciones en curso por corrupción.
Independientemente a este comunicado, el presidente colombiano Gustavo Petro fue el que más y fuertes declaraciones ha hecho sobre la crisis política en Perú. Muy activo vía twitter, expresó, entre otras cosas, que “Castillo se dejó llevar a un suicidio político” y que fue víctima de “un golpe parlamentario”.
Si bien agregó que su homólogo peruano “se equivocó al tratar de disolver el Congreso que ya había decidido destituirlo sin respetar la voluntad popular”, aseguró que "Pedro Castillo por ser profesor de la Sierra y presidente de elección popular fue arrinconado desde el primer día. No logró la movilización del pueblo que lo eligió, se dejó llevar a un suicidio político y democrático".
Tras equiparar lo sucedido en Lima con "los golpes parlamentarios de Paraguay y Honduras", advirtió Petro de que ese camino, con el que se busca acabar con los rivales políticos sin respetar la decisión de las urnas, es el que "acabó" con el expresidente chileno Salvador Allende y "sumió a las Américas en la dictadura".
En su constante y larga cadena de mensajes por dicha red social también aseguró que “la antidemocracia no se combate con antidemocracia", al tiempo que advirtió que "no es con juicios sin delito, o con golpes parlamentarios, que el progresismo (...) construirá un camino pacífico, sólido y democrático para América Latina”.
En otro mensaje de solidaridad con el exmandatario recordó el atropellado primer encuentro que tuvieron. "Cuando conocí a Pedro Castillo intentaban allanar el palacio de gobierno para detener a su esposa y a su hija. Atribulado me recibió. Ya se desarrollaba un golpe parlamentario en su contra. Me sorprendí que se quedaran encerrados en el Palacio, aislados del pueblo que los eligió" trinó.
Como se sabe desde que asumió el gobierno, el 28 de julio de 2021, Castillo cometió constantes errores por inexperiencia política, como el nombramiento en su gabinete de personas cuestionados o investigados y, meses después, blanco de varias denuncias por corrupción, al punto que la Fiscalía le imputa dirigir una presunta “organización criminal” que cobraba sobornos para entregar millonarios contratos públicos.
Petro también cuestionó la eficacia de la Convención Americana sobre Derechos Humanos ante la situación que se registró en ese país.
"La crisis en el Perú, el apresamiento, sin juez y sin defensa, de un presidente elegido popularmente ha puesto en serio cuestionamiento el papel de la Convención Americana en el ordenamiento jurídico Latinoamericano", reclamó también por twitter.
Conocida también como el Pacto de San José, la Convención Americana es un tratado aprobado en 1969 por la Organización de los Estados Americanos (OEA), que vela por el cumplimiento de los derechos humanos y libertades entre los países miembros.
Protesta peruana
La primera reacción del gobierno de la presidenta Boluarte fue recordar a los gobiernos de Colombia, México, Argentina y Bolivia que la detención del expresidente Castillo se debió a sus decisiones "contrarias al orden constitucional y democrático", unos hechos que constituyen "un golpe de Estado".
El comunicado de la diplomacia peruana resalta que entre las motivaciones de dicho arresto se encuentran la decisión de disolver el Congreso, la Fiscalía General, el Tribunal Constitucional y la Junta Nacional de Justicia, entre otros organismos.
"Este proceder generó la decisión del Congreso de la República de declarar su vacancia en el marco del más estricto respeto a la Constitución Política del Perú, con el voto multipartidario de 101 congresistas, el voto contrario de sólo 6 de ellos y 10 abstenciones", esgrime la nota.
"El Gobierno del Perú reafirma su convicción en la importancia de que se cumplan con las obligaciones internacionales previstas en el Sistema Interamericano y en particular en la Carta Democrática Interamericana, y que se respeten las decisiones que vienen adoptando los poderes del Estado para resguardar la institucionalidad democrática y el estado de derecho en el Perú", precisa.
Finalmente reitera su más firme compromiso con el pleno respeto de los Derechos Humanos de todas las personas en su territorio, incluyendo los del expresidente Castillo, y persistirá en resguardar la institucionalidad democrática y el estado de derecho en el país.
En un segundo paso, ante las insistentes declaraciones tanto del mandatario colombiano como de su par mexicano, López Obrador, quien dijo que su gobierno sigue reconociendo como presidente al electo democráticamente Pedro Castillo, el gobierno peruano convocó a los embajadores de los cuatro países firmantes del comunicado conjunto, así como a los encargados de negocios de Colombia y Venezuela en su país a quienes expresó su “extrañeza” y disgusto por la “intromisión en asuntos internos” de Perú.
Les expresó que en este país existe "pleno respeto a los Derechos Humanos, al debido proceso y a la separación de poderes", lo que garantiza el acceso a una justicia independiente.
Ante la persistencia de críticas públicas a su situación política, por orden de la presidenta Boluarte la canciller Ana Cecilia Gervasi anunció el jueves el llamado a consultas de sus representantes diplomáticos en Argentina, Bolivia, Colombia y México. En diplomacia ello implica el escalamiento de la protesta y un gesto de malestar por una situación específica. Si la situación se agrava podría inclusive determinar que no retornen a los países donde fungen la representación, lo que no necesariamente significa una ruptura de las relaciones.
Gervasi señaló que las declaraciones de los jefes de Estado de estos cuatro países cuestionado la "sucesión presidencial realizada en estricto apego a la Constitución de Perú" no coinciden "con los tradicionales lazos de amistad, cooperación y respeto mutuo" que les unen.
En la antesala de esta convocatoria, el presidente mexicano aclaró que no está interviniendo en la crisis política peruana y que “solo estoy opinando, nada más”. Sin embargo, acusó al país andino de "extralimitarse" al llevar a cabo estas actuaciones contra el expresidente y se preguntó cuál fue el motivo para quitarle de su puesto si fue elegido por el pueblo.
En esa línea se pronunció también días atrás el venezolano Nicolás Maduro: "nosotros no nos metemos en los asuntos internos de ningún país, solo hago una reflexión y espero que el pueblo peruano en el marco de su Constitución consiga más temprano que tarde su camino de liberación, de democracia verdadera, su camino de felicidad y de realización plena". Sin embargo, sostuvo que “eligen a un maestro presidente, Pedro Castillo, y desde el primer momento de la elección no le quieren reconocer el triunfo, al final obligados por la realidad tienen que reconocerle el triunfo como presidente, y una vez que se juramenta el 28 de julio del 2021 comienza la conspiración para un golpe parlamentario”.
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Chile difiere
A diferencia del apoyo explícito de los mencionados líderes regionales de la izquierda a Castillo, el también socialista Chile optó por respaldar al nuevo gobierno y rechazar el intento de “ruptura del orden democrático”.
Y al cierre de semana le manifestó a la canciller peruana su alarma por la situación de Derechos Humanos y las violentas protestas que ya cobran 20 vidas, las que instó a investigar.
La funcionaria informó que recibió el apoyo de sus homólogos de Uruguay (Francisco Bustillo), Ecuador (Juan Carlos Holguín) y Costa Rica (Arnoldo André Tinoco), -todos conservadores- quienes transmitieron su compromiso con el nuevo gobierno y su condena al intento de romper el orden constitucional.
Y, el presidente electo de Brasil, el también izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, que se posesionará este 1 de enero, deseo éxito a la mandataria peruana para conseguir la paz y reconciliar el país.
"Lo que Perú y América del Sur necesitan en este momento es diálogo, tolerancia y convivencia democrática para resolver los problemas reales que todos enfrentamos", agregó.