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El pasado 9 de febrero, doña Ana Faustina Tejada cumplió 110 años de vida. Admirable que una persona a esa avanzada edad aún se mantenga en pie, departiendo su cumpleaños con familia y amistades, en buena condición física, mental y espiritual.
Recibí un correo de su hija Ligia, contándome sobre ese suceso y compartiéndome una breve biografía de esta admirable señora que sorprende, por eso he querido compartir este corto, pero merecido homenaje a su vida. Cuenta su hija que:
“Ana Faustina siempre ha sido una mujer fuerte y alegre, cualidades propias de una patoja como dicen en su tierra, Popayán. Formó una familia maravillosa de cinco hijos, que ha ido extendiéndose a lo largo y ancho del mundo, hijos, nietos y bisnietos, que regresan desde los lugares más lejanos para ver a su adorada abuelita. Por eso el 9 de febrero es una fecha muy especial porque su querida Anita, cómo siempre la llamó su amado y fallecido esposo Matías, cumplió 110 años. En su rostro se refleja el amor, la dulzura y la invaluable herencia de tener una familia que hoy se siente orgullosa y privilegiada de su existencia. Gracias por este regalo maravilloso, que para la humanidad es, simplemente un ejemplo de vida. ¡Feliz 110 cumpleaños madre y abuela!”
La longevidad no se trata solo de vivir más tiempo, sino de vivir de manera plena y activa, sin limitaciones físicas o cognitivas significativas. La longevidad en salud implica mantener un estado óptimo de bienestar físico, mental y emocional a medida que envejecemos. La longevidad por lo general no se planifica, escasamente una persona desde su temprana edad postula vivir más de 100 años, esta se va desarrollando con el paso de los años bajo un modelo de vida adecuado.
Dentro de los diferentes factores que proyectan una larga vida están: una alimentación sana, equilibrada, sin alcohol o moderado, baja en grasas, azucares, con harinas balanceadas, gran ingesta de frutas, verduras y proteínas, evitando el exceso de calorías para no subir de peso. También está la actividad física, es decir cuidando de no caer en el sedentarismo, la movilidad es fundamental, en lo posible practicar algún deporte moderadamente. El factor espiritual es un compañero de enorme beneficio, de manera que orar, asistir a la iglesia o el culto según sus creencias es formidable, alimenta el alma y proporciona tranquilidad al ser.
Otro factor es ejercitar la mente con lecturas, escribir en lo posible, practicar juegos mentales, ver televisión entretenida, documentales y películas constructivas y consultar internet. Hoy día utilizar las redes sociales adecuadamente con familiares y amigos, es conveniente para la socialización, pues muchas personas mayores tienden a aislarse lo cual no es conveniente para su auto estima.
También dentro de las actividades diarias se encuentra el caminar, bien sea en casa o a sus alrededores, preferiblemente con una compañía para evitar un tropezón o caída que puede ser fatal, visitar centros comerciales, asistir a un cine, tomar un café, desde luego esto último si la condición de la persona lo permite o bien una aromática. No fumar y si lo ha hecho disponerse a dejarlo, este es uno de los principales factores del deterioro de la salud, lo mismo que los estupefacientes y drogas no formuladas. Es importante la disciplina con los medicamentos recetados por los doctores y finalmente tratar de lograr un buen sueño.
Hago este recuento ya que lo practico y eso me permite vivir bien, por eso he querido ocuparme de doña Ana Faustina por la admiración que sentí al conocer su llegada a esos 110 años que Dios le ha concedido como ejemplo de vida.