Cada año que pasa se nos hace mas corto y en la medida que envejecemos nos sentimos que el tiempo se nos va de las manos. Seguimos aferrados a lo que nos dejaron nuestros aprendizajes y al como vivimos esos momentos. Enfrentamos un futuro digitalizado que nos resulta a veces difícil de manejar y es que todo depende de la generación que vivimos, veamos:
Entre 1883 y 1900, se da la generación Perdida. Se caracterizó por haber vivido una gran depresión económica, debido a la primera guerra mundial, la falta de empleos, la incertidumbre global. Sus recuerdos se traducen a la lucha en las trincheras y la austeridad en que les tocó vivir.
Entre los años 1901 y 1927, ubicamos la generación Mayor, que fue llamada así porque crecieron, maduraron durante la segunda guerra mundial, la más grande de la historia y la gran depresión. No había empleos les toco trabajar la tierra a muchos, comenzaron los cambios como la aparición de la electricidad, la radio y la popularización de los carros. Si algo se dañaba lo reparaban no lo sustituían por nuevos. Fueron testigos del cine en blanco y negro, los bailes de Charleston y el jazz. No se quejaban, aguantaron estoicamente y nos legaron el que “solo trabajando se podía salir adelante”.
Entre 1928 y 1945 se situó la Generación Silenciosa. Crecieron entre la segunda guerra mundial y la depresión económica que les enseño a ser de bajo perfil, no se quejaban, respetaban la autoridad, adaptables a las circunstancias del mundo, con capacidad de trabajo, buscando estabilidad para sus familias. Vivenciaron la guerra fría, el mundo polarizado, el temor a una bomba atómica, presenciaron la guerra de Corea y cimentaron las bases para el progreso mundial y la tecnología.
Entre 1946 y 1964 apareció la generación de los Baby Boomers. Crecieron en la época de la postguerra, económicamente mejor a las anteriores. La población aumentó, vivieron la guerra de Vietnam, se comprometieron a buscar los derechos civiles protestando por la igualdad y la paz, observaron en una televisión a color el primer pie del hombre en la luna, tuvieron los primeros video juegos, vivieron Woodstock, los Beatles y los Rolling Stone.
Luego vino la generación Croquis, a la que importó el tiempo solo los teléfonos celulares, la televisión, los computadores y la vida se redujo a eso.
Entre los anos 1965 y 1980 apareció la generación X. Pasaron del mundo analógico a la digitalización. Fueron individualistas menos creyentes de la institucionalidad. Vivieron los altos costos del petróleo, videos juegos, casetes, falta de empleo, incertidumbre económica, divorcios permanentes, les gustó el rock alternativo, vieron caer el muro de Berlín.
Entre 1981 y 1996 llego la generación de los Milenials o Y. Vivieron la transformación del internet, la caída de las torres gemelas, la crisis financiera del 2008, los computadores individuales, el crecimiento tecnológico, las redes sociales y su trabajo en casa. Valoraron la fácil forma de adquirir información a través de Google, Amazon, Facebook. Viajan, tuvieron deudas estudiantiles, no quieren hijos, son adaptables y creen en la sostenibilidad.
Entre 1997 y 2012 está la generación Z. Digitales totalmente, usan tabletas, redes sociales, manejan la tecnología desde pequeños, no conciben el mundo sin internet y se comunican por chats. Vivieron la pandemia del covid, protestan por la diversidad y la igualdad. La tecnología es una extensión de ellos.
Los nacidos entre 2012 y 2025, manejan los computadores desde que nacen, viven con los robots, los drones no aprenden a sumar y a restar como lo hicimos nosotros, creen en la inteligencia artificial y viven creando y comunicándose con el mundo entero, los hologramas y las realidades virtuales agrandadas es lo normal. Su comunicación es reducida al smartphone. Sus problemas son la sostenibilidad, el cambio climático y el medio ambiente, sueñan con vacaciones espaciales, se educan virtualmente y así exploran el futuro.
Pensemos en que los tiempos fáciles producen hombres débiles.