¿Qué pasará con Taiwán? | El Nuevo Siglo
Miércoles, 8 de Enero de 2025

La próxima guerra, que pronto se desatará, es la invasión de China a Taiwán. Los dos ejércitos están preparándose y obviamente USA, observa de cerca este proceso.

En 1940, cuando se dio la confrontación entre comunistas y nacionalistas, fueron derrotados estos últimos, refugiándose en Taiwán y el comunismo como ganador se ubicó en China continental. Taiwán fue colonia japonesa durante su expansión en el siglo XIX, (1895-1945). Para China su pérdida, constituyó una humillación durante estos siglos. Desde entonces, su única preocupación es recuperarla.

Taiwán, se ubica a 130 kilómetros de China, su población es de 3 millones de habitantes. Está gobernanda democráticamente, con elecciones libres y derechos civiles, aceptando el matrimonio entre el mismo sexo.

La importancia de esta isla radica en tres aspectos: El estrecho de Formosa que separa al norte a Taiwán con China Continental, por donde pasan los contenedores que comercian en Asia. Al oeste, el estrecho de Micayo situado en las pequeñas islas entre Japón y la isla y el estrecho de Bachi entre Filipinas y Taiwán.

El deseo de China es anexar esta isla, que considera suya. La pregunta del millón ¿Por qué Estados Unidos y China están interesados en ella?

USA, desde 1970, ha mantenido una actitud ambigua ante Taiwán, actúa como su protector, pero a la vez, reconoce diplomáticamente a China desde 1970. La isla es importante porque está al frente de las bases navales estadounidenses del Pacifico, cerca de China, formando una cadena entre Japón y Filipinas, bloqueando la posibilidad de un ataque chino en el área. Esto ha llevado a China a modernizar su armada naval, siendo consciente de la importancia geopolítica de la isla. Sin embargo, esta vive bajo la sombra de un ataque sorpresivo chino.

Taiwán además es vital, porque produce el 93% de los microchips más modernos del mundo con su compañía Nvidia, valorada en un más de un trillón de dólares y los semiconvertidores esenciales para la producción de autos eléctricos chinos.

Xi Jinping, presidente de China que maneja un modelo de partido único con una economía capitalista, es un líder mundial, que ha expresado en diferentes contextos sus intenciones, rechazando cualquier intromisión.

El presidente taiwanés, Lai Ching-Tai, defiende la independencia, pero sabe que su país se debate entre dos fuerzas: los que creen en el diálogo con China y los que desean re-armarse y estar preparados para una guerra asimétrica, con fuertes sistemas anfibios, dándole tiempo a USA y Japón el que puedan intervenir. Son conscientes de su debilidad militar y que necesitan rediseñar su armada con sistemas y misiles antiaéreos y una estructura de drones. Taiwán ha prolongado a un año el servicio militar, antes de cuatro meses. Aspiran a crear una fuerza defensiva con voluntarios, que agrupe a unos 200.000 activos.

Biden quiere rediseñar su sistema defensivo y por eso ha propuesto una nueva alianza Aukus, similar a la OTAN, compuesta por Australia, Gran Bretaña y USA. La idea es crear dos pilares, el uno es darle a Australia y Gran Bretaña submarinos nucleares y desarrollar trilateralmente estrategias para armar y detener a China.

Por otro lado, Canadá, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur, están dispuestos a entrar ya que se benefician tecnológicamente y aprovechan las fortalezas que cada país tiene en el desarrollo de armas de largo y corto alcance e inteligencia militar. Por otro lado, a Corea del Sur y Japón les interesa no sentirse amenazados permanentemente por la alianza de China, Corea del Norte, Rusia e Irán.

La tecnología será clave, dado que Japón está muy avanzado en armas submarinas y terrestres de defensa, en seguridad, espectro electromagnético y producción de armas. Corea del Sur tiene un sistema armamentístico muy desarrollado y de bajo costo. China, cuenta con más jóvenes, estudiando matemáticas, física y ciencias que están haciendo investigación en estas áreas.

La realidad es que este año nos esperan sorpresas geopolíticas muy interesantes, tal como lo muestran las prospecciones y el futuro de Pacifico, envuelto en luchas de poder inaplazables.