La Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), en cabeza de su presidenta, María Claudia Lacouture, también lanzó una señal de alerta sobre el alcance de la ponencia para primer debate del proyecto de reforma tributaria que empieza a ser discutido en las comisiones económicas conjuntas de Senado y Cámara.
“La urgencia para atender con la reforma tributaria las necesidades fiscales del país no puede significar el marchitamiento de sectores industriales y productivos que se verán afectados con una desproporcionada carga tributaria, dobles impuestos o desestímulo a la actividad empresarial y la atracción de inversión”, señaló el gremio que se especializa en el intercambio comercial entre Colombia y su principal socio en esta materia.
Para la citada Cámara, las actuales condiciones económicas, con una alta inflación que aún no cede a pesar de las estrictas medidas del Banco de la República, así como la perspectiva de una recesión internacional que reducirá el comercio exterior, unido ello a la proyección del aumento en el precio de los combustibles, “generan un panorama que obliga a legisladores, Gobierno y empresarios a actuar con la mayor responsabilidad para evitar que la carga impuesta hoy limite la capacidad productiva y la posibilidad de obtener más recursos en el mediano plazo”.
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Por lo mismo, AmCham Colombia instó a los congresistas a hacer una reflexión crítica sobre los efectos de la reforma tributaria y las necesidades reales para el desarrollo del país sin ahogar a quienes, precisamente, crean empleo, mueven la economía y pagan los impuestos.
Como se sabe, ayer el Dane dio a conocer el índice de inflación con que cerró septiembre, que se ubicó en un 11,44 %, el más alto de todo este siglo. A ello se suma que la semana pasada la junta directiva del Banco de la República advirtió que aunque el crecimiento de la economía colombiana para este año podría estar cerca del 7,8 %, la situación para el 2023 asoma muy complicada, debido a la posibilidad de una recesión global. En ese escenario, el Producto Interno Bruto (PIB) nacional podría estar creciendo apenas un 0,7 %, lo que implicaría una descolgada radical en la reactivación productiva pospandemia.