UN ENCUENTRO de última hora convocado por el presidente Gustavo Petro, con los miembros de la Junta Directiva del Banco de la República encabezado por el gerente Leonardo Villar, generó incertidumbre en los mercados financieros.
Sobre todo, no se explicaban que luego de que el presidente en un evento sobre un congreso agrario, cuestionó abiertamente al Banco de la República, en una referencia que hizo sobre un movimiento de Finagro que no fue autorizado por el presidente, éste solicitara una reunión.
En una declaración del mandatario conocida por EL NUEVO SIGLO, dice que “Finagro guardó la mitad de la plata en TES, desobedeciendo al presidente, nueve billones guardados. Eso no puede ser en este momento de la economía colombiana. Eso nos lo hizo el Banco de la República en medidas contraccionistas a principio de año, dos compras de $15 billones vendiendo TES y recogió $30 billones de liquidez, y no bajó la tasa de interés”, sostuvo Petro.
En el encuentro estuvieron, además de Petro, el ministro de Hacienda Ricardo Bonilla y el superintendente Financiero, César Ferrari y los miembros de la Junta Directiva.
No obstante, en la última reunión de la junta directiva del Banco de la República se decidió disminuir nuevamente su tasa de interés para ubicarla en 11,75 %. En esa oportunidad, la reducción fue de 50 puntos básicos.
Soluciones
Según la cuenta de X de la Presidencia, el Ejecutivo en compañía del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, participó del encuentro con el objetivo de “explorar soluciones que permitan reducir las tasas de interés, beneficiando así a la ciudadanía”.
En las imágenes difundidas en la red social se ve al gerente del Banco de la República, Leonardo Villar; al superintendente Financiero, César Ferrari, y a los codirectores Roberto Steiner, Mauricio Villamizar y Olga Acosta.
Desde comienzos de este mes tanto Petro como Bonilla han insistido en que este porcentaje debe reducirse más para estimular el crecimiento económico, y alinearse con el descenso que observa la inflación desde el año pasado y que actualmente se ubica en 7,16 % anualizada.
Aunque la próxima reunión de la junta es el 31 de mayo, el calendario para tomar una decisión sobre la tasa de interés prevé que esto ocurra en la sesión del 28 de junio.
En la más reciente Encuesta Mensual de Expectativas Económicas del Banco, los consultados esperan que en junio la tasa baje a 11,25 % y que cierre este año en 8,50 %. La Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo apunta a que en diciembre el indicador baje a 8,25 %.
Tanto desde el Gobierno como desde otros sectores de la economía se viene solicitando con insistencia una mayor celeridad en el ajuste de dicha tasa con miras a darle un mayor impulso a la economía, que solo creció 0,7 % en el primer trimestre del 2024.
Prudencia
Sin embargo, desde el Banco de la República su gerente, Leonardo Villar, también ha sido claro en que un recorte acelerado de las tasas de interés podría generar un efecto contrario al que se busca, por lo cual insiste en que ese es un paso que se debe dar con mucha cautela, precisamente, para evitar sorpresas en materia inflacionaria, pese a que ya se completa un año de reducciones consecutivas.
En la minuta de la última reunión, los codirectores del emisor señalaron que “al interior de la Junta Directiva hubo consenso en la necesidad de reducir la tasa de interés, a fin de ayudar a la reactivación económica y de responder a una inflación que efectivamente está bajando y convergiendo hacia la meta”.
Señalaron que el temor de un fuerte impacto del fenómeno de El Niño sobre los precios de los alimentos o de la energía eléctrica se ha venido disipando. Anotaron que la inflación sin alimentos ni regulados también ha mostrado una marcada tendencia decreciente liderada por el comportamiento favorable de los precios de los bienes. Advirtieron que el mercado laboral que mantuvo resultados favorables hasta el tercer trimestre de 2023 ha comenzado a mostrar señales de deterioro.
Al respecto sostuvieron que, en el primer trimestre de 2024, el empleo asalariado se estancó y que los incrementos de la tasa de la tasa de informalidad indican una menor dinámica y deterioro en la calidad del empleo.