La postura contractiva de la política monetaria ha contribuido a la reducción de los desequilibrios macroeconómicos del país. No obstante, la mayoría de las medidas de expectativas continúan ubicando la inflación por encima de la meta del 3 % para 2024 y 2025. menos restrictiva.
En su informe de política monetaria de abril, el Banco de la República, sostiene que, hacia adelante, se espera que la inflación siga disminuyendo, en un entorno de excesos de capacidad productiva.
Este contexto macroeconómico, caracterizado por una inflación elevada, expectativas de inflación superiores al 3 % y riesgos al alza en estas variables, señala la necesidad de mantener una postura de política monetaria que continúe propendiendo por la convergencia de la inflación hacia la meta en 2025 y que se ubique en 3 % +/- 1 pp a mediados de dicho año.
Dadas la reducción de la inflación y de sus expectativas, la moderación de la demanda interna y un balance externo más sostenible, dicha postura incluye una disminución de la tasa de interés nominal de política monetaria. En la medida en que se siga consolidando la convergencia de la inflación y sus expectativas hacia la meta y se mantengan condiciones favorables para la estabilidad macroeconómica del país, la política monetaria podrá ser
Balance
En el mismo balance monetario, el Emisor sostiene que para el primer trimestre de 2024 los indicadores de actividad económica señalan que la economía habría continuado ajustándose y que ya se estarían pre- sentando excesos de capacidad productiva, aunque algo menores que los estimados en enero.
No obstante, el mercado laboral continúa mostrando tasas de desempleo en niveles relativamente bajos respecto a la historia de la variable, aunque con deterioros del empleo en los últimos meses.
Asimismo, la dinámica del crédito siguió moderándose y el deterioro de la calidad de la cartera continuó, pero el sistema financiero colombiano mantiene niveles de provisiones, solvencia y liquidez que le permitirían enfrentar un debilitamiento macroeconómico importante.
Señala en su informe que el déficit en la cuenta corriente se redujo y la posición externa se hizo más sostenible. Las inflaciones total y básica volvieron a reducirse más de lo pronosticado, pero se mantienen en tasas elevadas que superan ampliamente la meta.
Por otra parte, el Emisor recalca que la flexibilidad del esquema de política monetaria “le permite a la junta directiva mantener un balance apropiado entre el logro de la meta de inflación y el propósito de suavizar las fluctuaciones del producto y el empleo alrededor de su senda sostenible”.
Factores
Destaca que es por ello que se estableció una meta de inflación del 3 %, planteada sobre la variación anual del índice de precios al consumidor (IPC). “Pero en el corto plazo la inflación puede ser afectada por factores que están fuera del control de la política, como por ejemplo cambios en los precios de los alimentos debido a fenómenos climáticos. Para incorporar lo anterior, es que, junto con la meta, tradicionalmente se anuncia un rango de ±1 punto porcentual (3 ±1 pp), el cual no es un objetivo de las decisiones, pero refleja el hecho de que la inflación puede fluctuar alrededor de la meta, sin pretender que sea siempre igual al 3 %”.
Menciona el informe que “el principal instrumento que tiene la Junta para el control de la inflación es la tasa de interés de política (tasa repo a un día o tasa de interés de referencia). Dado que las acciones toman tiempo en tener un efecto completo sobre la economía y la inflación, para fijar su valor evalúa el pronóstico y las expectativas de la inflación frente a la meta, así como el estado actual y las perspectivas sobre la evolución de la economía”.