Los partidos entre Nacional y Millonarios siempre son intensos y a pesar de repetirse en menos de 72 horas, el de anoche en Bogotá por la final de la Copa Colombia, no fue la excepción.
Desde luego que los aficionados que colmaron El Campín esperaban celebrar un nuevo triunfo, como lo hicieron el domingo en el Atanasio Girardot de Medellín, pero no hubo ganador y la definición del título se aplazó para el próximo jueves.
La historia en algo se parece a la disputa de la estrella en el Torneo Apertura, cuando los mismos protagonistas debieron acudir a los cobros desde los 12 pasos para determinar el dueño de la corona.
Ahora, es muy posible que azules y verdolagas tengan que resolver ese equilibrio que mostraron en la cancha, otra vez desde el punto penal, para establecer el campeón de la Copa.
El 1-1 deja abierta las posibilidades para dos de los equipos más laureados del fútbol profesional colombiano y si algo quedó claro anoche, es que a parte de la actitud de los jugadores, está de por medio la planificación de los partidos.
Anoche quedó claro que el técnico de Nacional, Jhon Jairo Bodmer, analizó lo ocurrido tres días atrás y recompuso el trabajo defensivo y buscó alternativas para atacar, apoyado en Dorlan Pabón, a quien se le debe dar el gol, a pesar de que el golero celeste, Juan Moreno, fue cómplice.
Transcurría el minuto 20, cuando ‘Memín’ quiso habilitar a Jefferson Duque, el esférico picó, Moreno dudó y perdió porque no tuvo tiempo de reaccionar para evitar que se fuera al fondo de la red.
Millonarios, al que le cuesta finalizar las jugadas, hizo todo para empatar el partido, pero se fue al vestuario en desventaja 0-1 y la diferencia hasta pudo ser mayor porque la ‘Fiera’ Duque tuvo la oportunidad de marcar al anticipar a Andrés Llinás.
Para la segunda mitad, las cosas no cambiaron. Los locales buscaron por diferentes vías llegar a la paridad, pero la visita se cerró y hasta montó un muro con seis defensores para defender la ventaja.
Sin embargo, sobre el minuto 80, tras la revisión del VAR, el árbitro sancionó pena máxima. Al cobro fue Leonardo Castro y a pesar de la fortaleza del remate, el golero Harlem Castillo, con su pierna izquierda evitó la caída de su valla.
Los azules siguieron buscando la paridad, Nacional no renunció del todo atacar y aunque todo parecía indicar que el local perdería su prolongado invicto sin perder en casa, no fue así.
Un centro de Stiven Vega le dio la revancha a Leonardo Castro, quien anticipó a Felipe Aguilar y cabeceó para decretar el 1-1 definitivo.
El 0-1, de haberse mantenido, tampoco le garantizaba a Nacional el título. En partidos entre estos dos protagonistas, para que se pueda pensar en que hay un ganador, se requiere de una diferencia amplia.
La ventaja, solo por jugarse en su casa el partido de vuelta, la tiene Nacional. No obstante, otra cosa es lo que se espera se viva en el gramado.
El anticipo de lo que puede ser esa confrontación el jueves, se vio anoche con dos equipos sin escatimar esfuerzos, dándolo todo por quedarse con la victoria y exponiendo cartas estratégicas para no dar ventajas.
Para la vuelta, aunque anoche ‘Chipi Chipi’ Castillo fue la figura de Nacional, volverá al arco Kevin Mier, quien es fundamental para el inicio de juego, mientras que en Millonarios regresará Álvaro Montero y no porque Moreno se haya equivoca. Hay que reconocer que el golero azul tuvo luego un par de intervenciones brillantes.
La afición azul se fue satisfecha a pesar de que su equipo no ganó. Y no era para menos. Millonarios creó opciones, le anularon un golazo a Juan Carlos Pereira en una acción de esas en las que afloró el talento de Daniel Cataño y en dos o tres oportunidades más fue el golero Castillo quien privó al local de la celebración.
El próximo jueves será el tercer duelo de cuatro pactados entre estos rivales y lo único que se puede esperar es que repitan lo hecho anoche, que jueguen con la misma o mayor intensidad, solo que esta vez uno de los dos se quedará con la Copa.