EL PP afianza su feudo en Galicia y podrá gobernar esta comunidad autónoma otros cuatro años, al haber conseguido su quinta mayoría absoluta consecutiva, con un desgaste menor de solo dos diputados respecto a los últimos resultados que había logrado Alberto Núñez Feijóo antes de dejar, hace dos años, a Alfonso Rueda como sucesor.
Rueda, que fue el secretario general del PP los casi cuatro años que los populares estuvieron en la oposición y mano derecha de Feijóo en todos sus gobiernos hasta convertirse en su relevo, ha logrado 40 escaños en las elecciones autonómicas de ayer. De 42 años de autonomía, los populares han gobernado en 36 y podrán llegar a los 40 años si completan la próxima legislatura y no hay adelanto electoral.
El nacionalista de izquierda BNG, de Ana Pontón, logra un ascenso de seis escaños, hasta los 25, a costa de un PSdeG-PSOE que cosecha sus peores resultados históricos, al caer a las nueve plazas en un Parlamento gallego en el que debutará Democracia Ourensana, el partido del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome. Ni Vox ni Sumar logran representación.
A la espera del escrutinio, el próximo lunes 26 de febrero, de los sobres de los 29.300 gallegos residentes en el extranjero que participaron en estas elecciones (un 6,15% del Censo Electoral de los Residentes Ausentes), el PP consigue una victoria incontestable en Galicia, que también ayuda a consolidar el liderazgo de Feijóo.
Tras adelantar cinco meses las elecciones en Galicia, haciéndolas coincidir con el debate de la Ley de Amnistía, y después de una campaña con una intensa implicación de Feijóo (hizo campaña en la comunidad 13 de los 15 días durante los cuales se puede pedir el voto), los populares concentran el 47,4% de los apoyos.
Con el 97% del voto escrutado, los populares lograron que se introdujesen en las urnas 51.400 votos más respecto a las anteriores autonómicas. Perdieron un escaño por A Coruña y otro por Lugo.
Hundimiento socialista
Por contra, las esperanzas de Ferraz de que José Ramón Gómez Besteiro fuese el candidato con el que se retomase la tendencia al alza interrumpida en las elecciones de 2012, cuando el PSdeG empezó a caer en número de diputados, hasta convertirse en 2016 en tercera fuerza en el Parlamento gallego, se toparon este domingo con la realidad de cosechar sus peores resultados históricos.
La implicación de Pedro Sánchez en la campaña en Galicia, donde el último mes estuvo en ocho ocasiones, así como la del PSOE, con jornadas de hasta cinco ministros a la vez en la comunidad y la participación del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en media docena de mítines, no lograron frenar el retroceso de más de cinco puntos en el porcentaje de apoyos.
En tanto, pese a lograr 4.000 votos más respecto a las pasadas autonómicas y conseguir 32.000 apoyos, Vox queda lejos de la barrera del 5% para entrar en el Parlamento gallego. Galicia es la única comunidad autónoma que no le ha reportado a los de Santiago Abascal ningún escaño en su Parlamento autonómico ni en el Congreso (solo tiene una concejala en Avión, un pueblo de Ourense de 1.800 habitantes).
Los 27.700 votos de Sumar no se rentabilizan tampoco en escaños, con lo que no logra base territorial en la comunidad natal de su líder y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. Tampoco logran rentabilizarse los 3.800 votos de Podemos, que decidió concurrir al margen de Sumar en estas eleccione.