La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, aseguró que es "urgente" que el G7 alcance un acuerdo para utilizar las ganancias procedentes de los activos rusos congelados y redirigirlas a Ucrania, antes de una reunión del grupo hoy en Sao Paulo.
En Estados Unidos y Europa se han multiplicado los llamados a crear un fondo para Ucrania con los miles de millones de dólares en cuentas bancarias, inversiones y otros activos congelados por Occidente tras la invasión rusa lanzada en febrero de 2022.
"Es necesario y urgente que nuestra coalición encuentre una manera de desbloquear el valor de estos activos inmovilizados para apoyar la resistencia continua y la reconstrucción a largo plazo de Ucrania", dijo Yellen a periodistas en Sao Paulo, donde asistirá a una reunión de ministros de Finanzas del G20 hoy y mañana.
"Hay fuertes argumentos de derecho internacional, económicos y morales para avanzar en eso. Sería una respuesta decisiva a la amenaza sin precedentes de Rusia a la estabilidad mundial. Ello dejaría claro que Rusia no puede ganar alargando la guerra y lo alentaría a sentarse a la mesa a negociar una paz justa con Ucrania".
Durante una conferencia de prensa en Ottawa, la ministra canadiense de Finanzas, Chrystia Freeland, afirmó estar "cien por ciento de acuerdo" con Yellen.
"Necesitamos, ahora más que nunca, mostrarle a Putin que hablamos en serio", sostuvo Freeland.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, ya había pedido el domingo en una tribuna en el Sunday Times que Occidente actuara para disponer de los intereses de los bienes rusos.
El ministro ruso de Finanzas, Anton Siluanov, tachó de "errónea" la propuesta y advirtió que su país daría una "respuesta simétrica" con los activos congelados extranjeros que tiene en su poder.
La propuesta "socava los cimientos y pilares del sistema financiero mundial", dijo Siluanov en Sao Paulo, citado por las agencias rusas de noticias.
"Ahora es necesario resolver los problemas no mediante una escalada, sino buscando salidas a la situación en la que nos encontramos. Si los colegas actúan así, tendremos una respuesta simétrica", advirtió.
Dos años después de la invasión rusa, los países occidentales tienen cada vez más dificultades para seguir proporcionando fondos y armas a Ucrania, que ha advertido que necesita desesperadamente más ayuda.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, llamó el domingo a Estados Unidos para aprobar una ayuda por 60.000 millones de dólares bloqueada en la Cámara de Representantes por los republicanos.
Las potencias occidentales han congelado aproximadamente unos 397.000 millones de dólares a Rusia, en activos del banco central, yates, propiedades inmobiliarias y otros bienes de oligarcas cercanos al presidente Vladimir Putin.
La propuesta de redirigir de manera conjunta los beneficios de los activos congelados implica riesgos, incluidas posibles acciones legales rusas y cierto temor de que otros países, como China, reduzcan sus inversiones en Occidente para protegerse de eventuales medidas similares.
Yellen sostuvo que la posibilidad de "un alejamiento masivo de las divisas" de los países occidentales en respuesta a la confiscación de fondos rusos supondría una amenaza para la estabilidad financiera.
Pero dijo que si el G7 -Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, más la Unión Europea- actuaba en conjunto, el riesgo era mínimo.
"Creo que (la inestabilidad financiera) es extremadamente improbable, especialmente dada la singularidad de esta situación, donde Rusia está violando descaradamente las normas internacionales y un grupo de países que representan la mitad de la economía global (...) tienen la capacidad de trabajar juntos", estimó.
Por su parte, el enviado especial de Grecia para Ucrania, Spiros Lampridis, dijo a la AFP que la Unión Europea está cerca de apoderarse de las ganancias rusas, al estimar que es "cuestión de meses"./AFP