Columnistas | El Nuevo Siglo

Destroyer Pinzón

 

Epígrafe

 

“¿Qué diferencia hay para los muertos, los huérfanos y los refugiados que la loca destrucción venga bajo el nombre del totalitarismo o el sagrado nombre de la libertad y la democracia?”

 

Mahatma Gandhi

 

Gerlein, Cepeda y el conservatismo

 

Mediano  de estatura, tiene una estampa ágil, fina y nerviosa, como una espada toledana. Fuerte y cesáreo, nunca ha sabido lo que es el reposo.

Sin tregua

 

Hay  algo ingenuo en la forma en que nos acercamos al conflicto como sociedad. Pensar en una “tregua navideña” es hacer la vista gorda a nuestra realidad, es como sentarse a hacer un picnic en un rincón tranquilo, cuando en realidad se está en medio de un monumental incendio.

Defiendo la posición de aquellos que no avalan la tregua navideña, y en medio de lo cínico que me siento escribiendo esto desde la comodidad de un escritorio voy a explicar mi punto:

¿Qué hay de nuevo?

 

No hay nada nuevo en las posiciones de Gobierno y guerrilla, en los preliminares  de  una mesa que no está claro si es de negociaciones o de diálogo, para pactar el fin de un enfrentamiento sexagenario o simplemente para conversar a ver qué resulta.

Lo nuevo ya se vio: una oportunidad para encontrarse, que la opinión pública recibe con la esperanza de que esta vez sí tenga resultados positivos.

Competitividad 2012-2013

 

La  entrega anual del Informe Nacional de Competitividad se ha convertido en el foro más importante del empresariado colombiano, de la economía nacional, por lo denso del contenido y la visión objetiva y documentada de los análisis. El marco específico es el Sistema Nacional de Competitividad e Innovación para el año 2032, definido en el Conpes 3436 del 2006.

Ciudad de ladrillos 

 

No hace mucho se presentó una reflexión sobre el rol de las ciudades en la definición de los nuevos poderes, debido a que al desaparecer los grandes enemigos mundiales y el surgimiento del terrorismo, las ciudades serán el foco objetivo de presión y el nuevo campo de batalla, como ocurrió en Chicago en los treintas.

¿Sigue la guerra sucia?

 

Comentaristas de nuestro conflicto,  vaticinan que nos espera “una Navidad sangrienta “.  Y eso puede suceder porque en los acuerdos para iniciar el proceso de paz no se proscribieron hechos  de guerra que están prohibidos por los convenios que ha suscrito Colombia y cuyo acatamiento obliga no solamente al Estado sino también a la subversión:  concretamente al grupo guerrillero que  está sentado a la mesa de las negociaciones.