Borrachos y sin ley
Lamentablemente se hundió en la Cámara de Representantes la norma que sancionaba con severidad a los conductores borrachos. Es una pésima noticia para ellos mismos, para los peatones y para los demás conductores. Es decir, para los cuarenta y cuatro millones de colombianos, víctimas potenciales de la mezcla atroz de alcohol o alucinógenos con gasolina, que puebla de estrellas negras calles y carreteras del país.