Se les denomina hábitats a los terrenos en donde se implementan acciones de preservación, mejoramiento o restauración de ecosistemas a largo plazo para compensar los impactos negativos de las empresas sobre la naturaleza. Mariana Sarmiento es la gerente de Terrasos, la empresa que más bancos de hábitat maneja en Colombia.
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué es y cómo funciona un banco de hábitat?
MARIANA SARMIENTO: Hay varios elementos claves para entender qué es este mecanismo: es una figura de conservación de la biodiversidad, que se inscribe en el registro de áreas ambientalmente estratégicas. Es un mecanismo que puede ser utilizado para la implementación de las medidas de compensación, pero también para realizar inversiones voluntarias. En estos bancos de hábitat se pueden dirigir recursos de las compensaciones e inversiones obligatorias que deben realizar las empresas de sectores como minería, petróleo y gas, energía e infraestructura.
ENS: ¿Cómo funcionan estos bancos de hábitat?
MS: Se preestablecen esas áreas de conservación y restauración y se constituye el banco de hábitat. Para ello hay que asegurar las condiciones técnicas y jurídicas, se definen el número de cupos disponibles (una hectárea es equivalente a un cupo y ese cupo se vende una única vez), se hacen los acuerdos contractuales con el propietario del área y se hace el registro ante el Minambiente. Una vez esté registrado, las empresas pueden comprar los cupos dentro de un banco de hábitat y puede ejecutar las acciones de preservación, conservación y recuperación del área. Actualmente, en Colombia estos bancos están regulados por normas como la de inversiones forzosa del 1%, la Resolución 1051 de 2017, que establece los requisitos para su registro.
ENS: ¿Cuántos bancos de hábitat hay en el país?
MS: En la actualidad, en Colombia existen 11 bancos. El área total es de 3.970 hectáreas, en promedio 361 hectáreas por cada uno. Están ubicados en los ecosistemas amenazados, especialmente en los bosques tropicales. Este dato es muy importante porque es la respuesta de la importancia de los bancos en la recuperación y conservación de áreas de alta biodiversidad en ecosistemas altamente amenazados con una particularidad, y es que son lugares muy vulnerables al cambio climático.
ENS: ¿Cuáles son los retos para la implementación y correcta operación de un banco de hábitat en Colombia?
MS: A pesar de sus múltiples beneficios y de su invaluable intención por colaborar con la recuperación de los recursos naturales, aún existen en Colombia enormes dificultades para garantizar que este innovador mecanismo asegure sus resultados en materia de conservación de biodiversidad.
Una de ellas tiene que ver con el alcance de la Resolución 1051 de 2017 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y de su capacidad de asegurar el potencial de los bancos de hábitat: los tiempos de operación de este mecanismo no están definidos; al respecto solo existe una guía establecida por el Ministerio de Ambiente, que habla de un mínimo de 20 años, pero no es vinculante con la normativa y no se está cumpliendo.
El vacío normativo puede propiciar incertidumbre y mucha especulación dentro de los bancos de hábitat y contribuiría con su deterioro. La norma no establece tiempos, solo parte de un principio de permanencia y sostenibilidad. Con todo el cambio de inversión que se está dando en temas ambientales en el país creemos que la norma debe ser clara para evitar que lleguen especuladores al mercado y que generen conflictos ambientales en los territorios.
Todos los bancos que hay en este momento en Colombia contribuyen con la conectividad ecológica del país, pero no todos tienen los mismos parámetros de tiempo; algunos están planteados para 30, 20 y otros, que no es lo ideal, están planteados para 12 años.
En la actualidad, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) tiene por ejecutar unos 2,97 billones de pesos en compensaciones y los bancos de hábitat son el único mecanismo ambiental con la capacidad de agilizar el despliegue de esos recursos y pasar de cinco años en la formulación de los proyectos, a seis meses.