Off the record | El Nuevo Siglo

Desagravio

Tras el discurso del cabecilla de las Farc, alias Iván Márquez, en el que acusó con nombre propio a varios empresarios y dirigentes políticos de ser terratenientes en los Llanos Orientales, varios voceros del sector privado empezaron a hacer circular la propuesta de hacerles una especie de acto de desagravio para que la guerrilla entienda que todo el país rodea a quienes fueron objeto de sus señalamientos. Incluso la idea de los organizadores es que el propio Presidente de la República sea el orador principal.

Nada que arranca (I)

En la Casa de Nariño crece la preocupación porque el ritmo del Congreso nada que acelera pese a que tienen ya la agenda de proyectos prioritarios radicada. Los peros en Senado y Cámara a los mensajes de urgencia para varias iniciativas han llevado a que los debates no hayan arrancado e incluso se ha demorado desesperantemente la asignación de ponentes y la redacción de los respectivos informes por parte de los parlamentarios designados.

 Nada que arranca (II)

Capa caída

Faltando dos meses para que finalice el actual tramo de legislatura, en los pasillos del Congreso se advierte un alto grado de desazón entre los parlamentarios, al punto que muchos consideran que fallaron los planes en torno de que la imagen del Legislativo se recuperaría en el segundo semestre, tras el escándalo de la polémica reforma a la justicia. Es claro que en los tres primeros meses de esta legislatura hay poco para que los congresistas saquen pecho ante la ciudadanía.

Carta cubana

Algunos congresistas se han quejado de que a la Iglesia Católica le falta más dinamismo para hacer valer sus tesis durante los debates a los proyectos de ley y acto legislativo que, de ser aprobados, podrían afectar el ideario de esa doctrina religiosa. Como se sabe en estos momentos hacen trámite en el Legislativo la reglamentación de la eutanasia, el procedimiento para abortos en los tres casos despenalizados y hay varias iniciativas sobre derechos de las parejas del mismo sexo.

 

¿Y la Iglesia? (II)