En el panorama actual en el que nos encontramos el cambio climático cada vez se agudiza más y, en este caso, la calidad del aire que respiramos es peor al transcurrir el tiempo, dado que nuestro oxígeno se enfrenta a una creciente amenaza: vehículos, combustibles fósiles, minería e incendios que aumentan considerablemente la toxicidad en el ambiente. Es por eso que en agosto, el mes interamericano de calidad del aire, se hace una vez el llamado a contribuir en la mejora de este.
Sin ir más lejos, el último informe sobre el ranking de las naciones con altos niveles de contaminación ambiental elaborado por IQAir junto a Greenpeace, en colaboración con la ONU Hábitat y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), señala que de 2021 a 2022, el indicador de calidad del aire aumentó en varios países, como Perú, Chile, México, Guatemala, El Salvador, Brasil, Uruguay, Honduras, Panamá y, en el caso de Colombia, este ocupa el puesto 63 entre los 131 países estudiados, donde el indicador se elevó de 14,1 μg/m3 a 15,5 μg/m3 en esos años.
“La calidad del aire es responsabilidad de todos, personas, empresas, transporte, fenómenos naturales, etc. Al hablar específicamente de las compañías lo que éstas deben hacer es avanzar más hacía la reducción de las emisiones de contaminantes y material particulado o monóxido de carbono, compuestos orgánicos volátiles, óxido de nitroso, entre otros, que además de tener efectos primarios y directos sobre la salud y la calidad de vida de las personas, también tienen el potencial de producir otros contaminantes en la atmósfera con un contaminante secundario, como el ozono y generar también aún más problemas a la salud del ser humano”, comentó Cristian Bustos CEO de Beeok.
Por otro lado, la información científica de los últimos años sobre los efectos de la contaminación del aire en la salud es concluyente. Para el Banco Mundial y la Comisión Lancet sobre contaminación y salud, la polución del aire genera casi 9 millones de muertes prematuras al año, lo que representa alrededor del 16% de todos los fallecimientos en el mundo. Estas cifras sobrepasan en tres veces las muertes generadas por el SIDA, la malaria combinada, tuberculosis y en 15 veces las causadas por las guerras y actos de violencia.
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En el caso colombiano, uno de los riesgos ecológicos de mayor relevancia que impacta directamente en la salud humana es la polución del aire. De acuerdo con una investigación llevada a cabo por el Instituto Nacional de Salud (INS) en Colombia durante 2021, este factor ha sido responsable de un total de 17.549 fallecimientos. Entre estos, se ha identificado que 15.681 muertes se encuentran vinculadas específicamente a la deplorable calidad del aire. “La concienciación y educación de las personas sobre las prácticas que pueden disminuir la contaminación y el uso responsable de los recursos también son claves en la creación de un entorno más saludable y sostenible”, indicó Bustos.
El experto en medioambiente indica que la tecnología aporta mucho en este proceso de contar con un oxígeno más limpio, dado que ha sido un elemento con que el hombre siempre ha ayudado a reducir o eliminar los problemas que nosotros mismos hemos generado como los gases de efecto invernadero provocados por las emisiones de carbono.
“En ese sentido, para reducir estas emisiones, la tecnología nos ayuda a contabilizarlas, no se gestiona lo que no se mide, por lo tanto, contar con sistemas para contabilizar las emisiones resulta fundamental, puesto que una vez que contabilizamos y sabemos de dónde provienen, podemos actuar. Así mismo, el mejoramiento tecnológico de procesos, eficiencia, cambios de combustibles más limpios y también al uso de materias primas que generan menos contaminantes, son de gran impulsor”, concluyó el CEO de Beeok.