Una de las principales acciones para cerrar la frontera agropecuaria, mantener los bosques nativos en pie y generar alternativas económicas sostenibles es la restauración ecológica de los paisajes amazónicos.
La restauración ecológica se concentra en la recuperación de los ecosistemas que han sido degradados por diferentes factores. Se trata de un proceso a largo plazo en el que el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas, Sinchi, ha trabajado por 30 años, generando protocolos, alianzas con comunidades locales y herramientas de gestión de información.
En ese sentido, el proyecto Sembratón en la Amazonia - Reactivación Económica financiado por el Ministerio de Ambiente y ejecutado por el Instituto Sinchi, contribuye al Plan Nacional de Desarrollo y a cumplir su meta de sembrar 180 millones de árboles y reactivar la economía a través de procesos de restauración ecológica.
La meta del proyecto Sembratón en la Amazonia es producir 1.081.000 plántulas de especies nativas entre maderables y frutales e iniciar procesos de restauración en 1.665 hectáreas, en las que se sembrarán 569.000 plántulas. Para lograrlo, el Instituto vincula comunidades locales a través de 40.478 jornales en la producción y siembra de material vegetal, para contribuir a la reactivación de la economía en territorios locales de la Amazonia colombiana.
De este material vegetal, el 52% es sembrado directamente por el Instituto SINCHI junto a las comunidades y el 48% será transferido a la Gobernación del Guaviare y a algunas asociaciones de campesinos de la región, que han solicitado apoyo para participar de la Sembratón.
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La participación de la mujer, específicamente de la mujer indígena en Guainía, Amazonas y Vaupés es fundamental para garantizar el éxito de estos esfuerzos de restauración ecológica en la Amazonia colombiana, para cumplir la meta nacional y consolidar la gestión sostenible de los bosques. Para esto, hasta ahora se cuenta con el apoyo directo de 934 mujeres, de las cuales, 399 son cabeza de familia.
En los departamentos de Guaviare, Caquetá, Putumayo y Sur del Meta, el Instituto SINCHI trabaja con organizaciones locales con experiencia previa en restauración; y en Amazonas, Guainía y Vaupés, el papel de las mujeres indígenas cabezas de hogar, como se mencionó anteriormente, ha sido vital. Estas comunidades que se han visto afectadas por cuenta del COVID-19 y gracias a esta oportunidad, han logrado acceder a recursos rápidamente y retomar sus dinámicas económicas.
Actualmente, el Instituto Sinchi ya tiene el 100% de las plántulas en diferentes estados de producción (germinadas, trasplantadas y listas para de siembra). Además, sembró 75.000 plántulas en predios de comunidades indígenas del Amazonas (algunas de ellas corresponden a San Pedro de los lagos, San Antonio de los lagos, San Juan de Parentes y San Miguel en Leticia; y Castañal y San Francisco en Puerto Nariño), y en predios de campesinos del departamento de Guaviare, incluyendo la Serranía de La Lindosa.
Así, el proyecto Sembratón en la Amazonia - Reactivación Económica financiado por el Ministerio de Ambiente ha contribuido también a la reactivación económica de la región con la contratación de 10.957 jornales por actividades de producción de material vegetal y construcción de viveros.
Viveros y laboratorios
El Instituto Sinchi produce plántulas en viveros ya existentes, como el ubicado en la Estación Experimental El Trueno (El Retorno, Guaviare); un centro de 119 hectáreas considerado el laboratorio biológico más grande del departamento, con capacidad para producir 500.000 plántulas al año.
De igual manera, el Instituto Sinchi construye viveros como el de Cartagena del Chairá en el Bajo Caguán y el de Puerto Concordia (Meta) que cuenta con 5.000 m2 y una capacidad para producir 210 mil plántulas al año, el cual beneficiará a 60 familias del comité de ex-aserradores que hacen parte de la Asociación de Campesinos Productores del Bajo Ariari, Asocamproariari; familias que meses atrás firmaron acuerdos con las entidades ambientales para apagar y entregar sus motosierras.
“Queremos retribuir al medio ambiente por esos impactos que hemos causado en los bosques durante muchos años, y queremos que este vivero se convierta en una de las principales fuentes de ingresos económicos para nuestras familias”, afirma Orlando Pineda, presidente del Comité de Ex-aserradores sobre el Vivero de Puerto Concordia, que hoy cuenta con el 65 % de la infraestructura requerida, y una producción vegetal que alcanza las cien mil plántulas”, señaló el Instituto.
Por otra parte, cabe mencionar el trabajo conjunto que el Instituto SINCHI realiza con pequeños viveros transitorios gestionados principalmente por mujeres indígenas en los departamentos de Amazonas ( comunidades de San Pedro de los lagos, San Antonio de los lagos, San Juan de Parentes y San Miguel en Leticia; Castañal, Santa Teresita, San Francisco en Puerto Nariño, entre otros), Vaupés (Ceima San pablo, Mitú Cachiveira, Tucunaré, Macaquiño, entre otros) y Guainía (Rincón Vitina, Berrocal Vitina, Concordia, Sardina Bagre, entre otros)..
Un punto fundamental de este proceso es la presencia permanente del Instituto en la Amazonia y la relación de confianza establecida durante años con las comunidades. Hemos trabajado desde Leticia hasta San José del Guaviare y desde Florencia hasta Mitú. Esto nos ha permitido una interacción rápida, fácil y continua con las comunidades rurales, para realizar las acciones conjuntamente y alcanzar las metas programadas”, afirma Uriel Murcia, coordinador del Programa de Investigación Modelos de Funcionamiento y Sostenibilidad y líder del proyecto Sembratón en la Amazonia - Reactivación Económica.