A principios de septiembre, con el Gobierno recién formado (una coalición heterodoxa de partidos que echó del poder a Benjamin Netanyahu), el responsable de la diplomacia israelí, Yair Lapid, se mostró en contra de la reapertura del consulado para palestinos en Jerusalén, ya que la ciudad "es la capital de Israel y solo de Israel". Lapid aludió a que esta medida podía "desestabilizar" a la coalición.
Ante esta eventual decisión, durante el fin de semana el primer ministro, Naftali Bennett, dijo que un consulado estadounidense para los palestinos no tiene su sitio en Jerusalén. "Lo decimos muy clara y tranquilamente, y sin hacer drama", mencionó.
El año pasado, el presidente estadounidense Joe Biden se había comprometido a reabrir el consulado para los palestinos de Jerusalén, que cerró su predecesor, Donald Trump. Trump había reconocido a Jerusalén como la capital israelí, para pesar de los palestinos, que esperan convertir el sector este de la ciudad, ocupado por los israelíes desde 1967, en la capital de un futuro estado.
"Si (los estadounidenses) quieren abrir un consulado en Ramala (Cisjordania ocupada), no hay problema", aseguró Lapid, durante la rueda de prensa con Bennett.
Esto fue algo que rechazó la autoridad palestina, por boca de su presidente, Mahmud Abas, quien reaccionó el día de ayer a esta declaración: "Los dirigentes palestinos solo aceptarán la reapertura del consulado en Jerusalén este, la capital del Estado Palestino".
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Punto aparte, el antiguo consulado estadounidense se encontraba en Jerusalén oeste, pero tenía una oficina en el este, donde los palestinos podían entregar sus peticiones de visado.
"Esta reapertura sería muy importante porque reconoce Jerusalén este como capital (de un futuro) Estado Palestino. Es el primer gesto que esperamos de Estados Unidos para relanzar las relaciones", declaró un alto responsable palestino a la AFP.
Israel, que tiene en Washington a su mayor aliado, "toma un riesgo calculado, no sobreactúa" al mostrar públicamente su oposición a la reapertura del consulado", consideró Yoav Fromer, director del centro de estudios sobre Estados Unidos en la Universidad de Tel Aviv.
"La administración estadounidense ya tiene muchos problemas. No es un caballo ganador, en este momento (...) Estados Unidos puede encontrar otros medios para relanzar su relación con los palestinos. En primer lugar, con ayuda económica", finalizó diciendo Fromer.