Otro flanco de conflicto
“No es problema de poca monta el que se nos avecina”
LOS bandidos están al acecho de cualquier oportunidad de poner a funcionar toda su capacidad de hacer el mal. Ya estamos, que lo diga el famoso Cebollero, si no hemos copiado, mejorado las modalidades de extorsión que han usado los mafiosos italianos. Trabajar honradamente no solamente significa tener que pagar impuestos al Estado, sino que también se les debe pagar a los bandidos para que dejen trabajar.
Los de las Farc consiguen recursos para financiar sus ataques y fechorías y se han inmiscuido con éxito en toda clase de negocios ilícitos. El más significativo ha sido el de la cocaína que les ha dejado notables ingresos, complementado con el producto de los secuestros y las extorsiones. Viven a la caza de nuevas fuentes y ahora ya están incursionando en el negocio del oro, el cual tradicionalmente ha sido “legal” si es que así se puede calificar el trabajo de quienes con el procedimiento que llaman el mazamorreo, consiguen ingresos que ahora, con el precio internacional del oro, se ha vuelto una actividad hacia la cual están volteando sus ojos quienes quieren que sus ingresos no solamente no se disminuyan, sino como sustitutos o complementos de otros.
Entre quienes así actúan están la Farc que se resisten a ver disminuidos sus ingresos, lo cual puede entenderse como síntoma de los resultados de bombardeos a los laboratorios y al comercio de la coca. Pero se nos abre otro frente como es el de los minerales, el oro; en donde lo hay, se abre una fiebre por él. Nuestro vecino del norte ya tuvo una vasta experiencia en estos ajetreos. Pero la extracción del oro se utiliza sin Dios ni ley; el mercurio líquido usado para separar el oro de los sedimentos, ocasiona peligrosa contaminación. Colombia tiene el lamentable primer puesto en el índice de polución por mercurio en el proceso artesanal de la minería del oro. Se dice que alrededor de 67 toneladas de mercurio fueron utilizadas el año pasado por los cerca de 30.000 mineros que participan en esta actividad.
Dicen informes que intervenciones de los de las Farc y paramilitares se están haciendo presentes en esta actividad creando un nuevo foco de conflicto con los mineros a quienes extorsionan o los hacen “socios. Debemos prepararnos para un nuevo frente de violencia por una parte y a la presencia de desmovilizados tanto de la guerrilla como de los paramilitares en la minería del oro. Se dice que en Caucasia en donde existe un intenso comercio para la compra y venta de oro hay dos grupos reconocidos como son “Los Urabeños” y “Los Rastrojos”, que tienen entre los dos cerca de 1.200 pistoleros en sus filas; ya hubo cerca de 60 ataques el año pasado, más de uno semanal. No es problema de poca monta el que se nos avecina y del cual las autoridades deben estar ya atentas.