ALFONSO ORDUZ DUARTE | El Nuevo Siglo
Sábado, 24 de Septiembre de 2011

Dionisio Araujo
A  pesar de que nuestro país es conservador en su comportamiento, en su actitud y en su mentalidad, da la circunstancia, digna de estudio para la psicología, la política y, en fin, para todas aquellas disciplinas que estudian el comportamiento humano colectivo, cómo el Partido que representa esta manera de ser y de pensar, no suele obtener en épocas electorales la mayoría que de acuerdo con esta premisa debería tener. Para expresar este fenómeno nos decía Álvaro Gómez que en Colombia hay más conservatismo que Partido Conservador. Pero ni el conservatismo ha desaparecido, por el contrario, está vivo y actuante en el alma colombiana, como tampoco lo ha hecho el Partido Conservador que sigue vigente aunque se ha resentido de todos los empujones y vaivenes de la política en los últimos años.
Las vísperas de elecciones para gobernadores, alcaldes, asambleas y concejos ha llenado todo el país, en todas sus regiones, todos los pueblos y veredas, de manifestaciones impresas de todos quienes esperan y aspiran a obtener el favor de sus conciudadanos. Llevamos únicamente diez años en los cuales la autoridad más próxima al ciudadano, como es el alcalde, es elegida; según la teoría que debió inspirar a los constituyentes de 1991, el ciudadano se vería así comprometido y vigilante de la autoridad que eligió y ésta, el alcalde, tendría una mayor obligación para cumplir a quienes lo eligieron con rigor, eficiencia y dedicación. A saber si estos deseos del Constituyente se han cumplido; no tengo a la mano las estadísticas sobre alcaldes destituidos, enjuiciados, en fin, descalificados. ¿Mal juicio de los electores, engaño por parte los elegidos? El drama que ha vivido la capital, así como el que debe estar viviendo Samuel Moreno, es enorme. En este caso ¿quién se equivocó? De ahí que los bogotanos natos, los que han adoptado a la capital como su patria chica que vienen de todo el país y los extranjeros que han acudido a la hospitalidad de esta bella ciudad y se han afincado en ella, tienen la obligación de hacer una buena escogencia. El abanico de candidatos es amplio, más que en otras oportunidades, para todos los gustos y géneros.
El Partido Conservador no podía estar ausente en esta oportunidad. Ha escogido entre la extensa nómina de ciudadanos de bien, conocedores de la problemática de Bogotá, a un magnífico exponente, por sus condiciones personales, por su trayectoria, experiencia y conocimiento de la ciudad, Dionisio Araujo. La Corporación Pensamiento Siglo XXI, de la Fundación Konrad Adenauer, lo tuvo como invitado la semana pasada, en donde con claridad expuso sus puntos de vista sobre cómo cree él que la ciudad debe ser administrada. Lo hizo en forma magistral, como lo ha hecho en la intensa campaña que ha venido realizando por todos los barrios, universidades, academias y foros que se interesan por la ciudad. Así el Partido Conservador ha puesto a consideración un candidato excepcional que tiene el concepto de ciudad moderna, urgida de soluciones a su problemática. Le cumple así al país.