El profesor español Miguel Anxo Bastos Boubeta suele decir que la única solución a la pobreza es aquella con la que titulamos el presente escrito. De cara a la crisis actual del sistema de seguridad social en Colombia por cuenta de las reformas laboral, de salud y pensional del gobierno Petro bien vale la pena traer a colación la tesis del profesor Bastos. Y para ello hay que empezar a reconocer lo siguiente: que el trabajo no es un derecho sino un servicio por el cual se paga un precio, mejor conocido como salario, así como la pensión y la salud son servicios estructurados bajo el esquema de aseguramiento, es decir, un ahorro mutual para mitigar el riesgo (por invalidez, enfermedad o retiro laboral los más comunes).
Con lo anterior en cuenta es que hay considerar que el pilar de la seguridad social en Colombia depende de que la población económicamente activa este formalizada laboralmente, es decir, se le pague el salario mínimo fijado por el Estado. Con base a la imposición de dicho salario hay que además destinar obligatoriamente unos aportes fijos a empresas prestadoras del servicio de salud (más conocidas como EPS) y a unas administradoras de fondos de pensiones (más conocidas como AFP). Como los grados de informalidad, subempleo y desempleo pueden llegar a ser de casi la mitad de la población económicamente activa residente en el país, la cobertura por el esquema anterior tiene serias limitaciones.
La solución a la seguridad social por ende solo admite dos alternativas lógicas: o se termina de liberar el mercado laboral y de seguridad social con la abolición de la fijación estatal del salario mínimo y los aportes obligatorios a salud y pensión, o se estatiza todo el esquema con una cobertura universal con cargo a impuestos y regulaciones más coactivas del salario y la seguridad social. Todo debate honesto sobre el asunto debe admitir dichas alternativas, ya que de hecho otras opciones posibles simplemente hacen una combinación de ahorro forzoso y fijación de precios con libertad de contratación y esquemas de aseguramiento. De hecho, así lo admiten sin querer los voceros más visibles del debate tanto de parte del gobierno como de sus críticos; entre estos últimos incluso están los que llamándose “libertarios”, sostienen la famosa tesis de la Tercera Vía, que tanto ha defendido Juan Manuel Santos y que hace parte de la plataforma ideológica de El Partido de La U: “el mercado hasta donde sea posible, el Estado hasta donde sea necesario”.
Con un gobierno que defiende la estatización plena de la seguridad social y una oposición que en su ala supuestamente más radical como sería la libertaria sostiene fórmulas de economía mixta y modelos de Tercera Vía, la alternativa de una liberación plena del mercado laboral y de seguridad social sigue huérfana de defensores. En consecuencia, la tesis en favor del “capitalismo, ahorro y trabajo duro” que promueve el profesor Baxtos tiene un escenario bastante adverso, pero que afortunadamente tiene la lógica y la realidad de su lado.
Mientras tanto, seguiremos siendo testigos de solicitudes de retiro del mercado de salud como los de la EPS Sura y Compensar, el manejo de pensiones por cuenta del Banco de la República (lo que contraria claramente sus funciones monetarios de control de la inflación), y la presión de centrales sindicales y la cartera ministerial del Partido Comunista Colombiano en cabeza de Gloria Inés Ramírez en favor de mayores alzas al salario mínimo (con el evidente aumento de la informalidad, subempleo y desempleo al que ello da lugar).