La Convención del Centro Democratico fue una verdadera fiesta democrática. Ciudadanos entusiastas, ideas bien expresadas, propuestas para el futuro y políticos comprometidos con una mejor de Colombia. Fue un extraordinario evento donde debemos resaltar la coherencia ideológica. Las coincidencias en el discurso fueron muchas y será muy fácil que el partido avance en la construcción de una sola propuesta para Colombia.
La utilización de la tecnología para acercar las regiones y no simplemente trasladar las personas como tradicionalmente se ha hecho, es el primer intento para pensar desde el CD lo que significa ser el partido de las regiones.
Como políticos que pregonamos la importancia de las regiones y la necesidad de profundizar la descentralización, la tecnología tiene todavía mucho que aportarnos, como lo puede hacer en la estructura administrativa de la nación.
La descentralización tiene que dejar de ser solo una palabra de discursos para convertirse en una realidad nacional. Colombia debe ser un país de regiones. Esto significa que de alguna manera tenemos que suspender el fenómeno interno de fuga de cerebros. Donde para progresar los mejores individuos de una región deben desplazarse a la capital para conseguir mejores alternativas de empleo. Necesitamos que cada región sea capaz de retener y poner a producir para su beneficio a su mejor gente e incluso atraer a los buenos de otras partes.
Se me ocurrió desde hace un tiempo la idea de que la capital administrativa del país debe descentralizarse. No como se hizo en Brasilia, donde todo se trasladó a otra ciudad, sino una fragmentación equitativa del poder público de manera que cada departamento tenga en términos de empleo y de negocios una proporción similar.
El sector de hacienda pública ubicado en un departamento, y el sector agropecuario en otro... La ventaja sería que cada departamento podría ofrecer alternativas de empleo a sus habitantes, generar los negocios aledaños al sector, especializar su población. Las tecnologías permitirían que haya reuniones de ministros con otros sectores e integración del gobierno, tanto como la hay cuando todos están en la misma ciudad.
Pensar una Colombia se regiones requiere, además, la reforma del poder legislativo. Una cámara debe estar destinada a la representación del territorio, mientras la otra debe concentrar las posturas políticas del orden nacional. De manera que al votar el ciudadano busca en una cámara la voz de su región y, en otra, la de sus ideas. Cada territorio debe tener un peso específico no sólo por su población, sino por su propio territorio. Regiones como las amazónicas no deben crecer en habitantes, y no por ello pueden estar subrepresentadas en el debate político.
De lo que se trata es de que las decisiones sobre el territorio sean tomadas por los habitantes, y ello solo sucederá cuando el Congreso recupere parte de la iniciativa del gasto y pueda discutir y priorizar lo que se requiere que el Estado invierta en cada región.
Estas son solo líneas de lo que el partido podría presentar para tener propuestas reales para las regiones.
Nota a los críticos de siempre: una cosa es una discurso en una Convención y otra un vídeo visto con mala intención. Lo cierto es que la crítica ha sido menor a los aplausos que recibí; gracias a los convencionistas por sus múltiples palabras de apoyo y cariño.