Federer y Petro: un liderazgo que inspira y otro que divide | El Nuevo Siglo
Domingo, 23 de Junio de 2024

El reciente discurso de Roger Federer, frente a graduandos en la Universidad de Dartmouth, nos deleitó con las lecciones de vida, el liderazgo y el compromiso personal. Federer, conocido por hazañas en el tenis y su comportamiento dentro y fuera de la cancha, le compartió a sus seguidores enseñanzas y reflexiones, que van más allá del deporte y dan en el punto de lo que significa ser un líder.

Federer enfatiza en la importancia de la perseverancia, la humildad y el trabajo en equipo. Destaca cómo el éxito no solo depende del talento individual, sino también del apoyo y la colaboración con otros. "El verdadero éxito viene cuando trabajas en conjunto con otros y te mantienes humilde ante tus logros," dice. Este mensaje es significativo en el contexto actual, donde el liderazgo deportivo y en distintos ámbitos, requiere no solo habilidades técnicas, sino también la capacidad de inspirar y movilizar a otros hacia un objetivo común y la gestión frente a la frustración y lo que pueden ser los fracasos: nuevas oportunidades o verdaderos desastres.

Federer encarna un estilo de liderazgo de mentor y guía. A lo largo de su carrera deportiva y humana, ha demostrado que la humildad y la resiliencia son claves para alcanzar el éxito. A pesar de ser uno de los mejores tenistas de todos los tiempos, nos explica como aprender no de los triunfos, sino de las derrotas y seguir trabajando para lograr ganar el partido y el punto siguiente. Esto más su empatía, le ha permitido lograr el respeto y la admiración de contrincantes, seguidores y auditorios en general.

Otro aspecto central de su liderazgo es su capacidad para conectar con otros a nivel personal. Federer habla de cómo el apoyo de su familia, entrenadores y equipo fueron cruciales en su desarrollo profesional deportivo. Este reconocimiento frecuente sobre la importancia del equipo y la familia es una característica destacada de su estilo de liderazgo.

Por otro lado, el estilo de liderazgo del presidente Gustavo Petro presenta una perspectiva diferente. Sus discursos y constantes expresiones en redes sociales, muestran un foco en los mensajes confrontativos y críticos. Petro, desarrolla una narrativa basada en retórica fuerte y su postura desafiante frente a la institucionalidad; su liderazgo se basa en llamar a sus bases a gestionar ajustes radicales a partir de sus mensajes, sin medir el alcance que puedan tener o como puedan interpretar o accionar sus seguidores.

El estilo de Petro es centralizado y polarizador, enfocado más en anuncios y críticas que en acciones concretas o logros o. Su retórica, marcada por fuertes críticas al establecimiento del cual ha sido parte como congresista por décadas, contrasta con el enfoque colaborativo o inspirador de Federer:  Contribuye a aumentar la polarización y las divisiones radicales entre sus seguidores y detractores.

Federer aboga por un liderazgo basado en la humildad, la colaboración y el apoyo mutuo. Su estilo busca construir puentes y fomentar la unidad a través del ejemplo y el respeto. En contraste, el Presidente Petro adopta un enfoque más combativo y centralizado, utilizando una narrativa de antagonismo. Aunque su acción movilizadora tiene el poder de generar entusiasmos, incluye también dividir profundamente a seguidores de contradictores.

El liderazgo de Federer se centra en la construcción de relaciones positivas y en la inspiración a través de su conducta. Su estilo promueve un ambiente positivo donde el éxito es compartido y la unidad es clave. Por su lado, Petro se enfoca en desafiar y en empujar por una transformación que incluye el antagonismo y la lucha de clases, Este enfoque, aunque puede llegar a ser poderoso para movilizar sus bases, genera desunión, conflictos y dificultan la cohesión social.

En un mundo ideal, los líderes combinarían la humildad y el enfoque colaborativo con la capacidad para desafiar y motivar transformaciones. La efectividad del liderazgo no se define únicamente por los resultados a corto, mediano y largo plazo, sino por la capacidad de inspirar confianza, construir consensos y guiar a las personas hacia un futuro mejor.