“El poder de comunicación y debates, claves para el éxito”
La masiva inscripción de electores que pudo apreciarse en los últimos días sugiere una mayor participación ciudadana en asuntos que nos atañen a todos La semana de Pascua tendrá escenarios en los que prevalecerán la calidad de la publicidad y el desempeño de los candidatos en los debates en los que confrontarán. El recogimiento propio de Semana Santa ayudará a pulir los mensajes y a perfeccionar argumentos. En este tiempo de velada de armas Fajardo y De la Calle aún no pulen las suyas. Ambos carecen, no solo de mensaje, sino también de pericia para revestirlo de credibilidad. Contra su alianza conspiran la normatividad vigente, la vertical caída de su respectivo favoritismo en las encuestas y la consecuente migración de actores del liberalismo hacia Duque o Vargas, y de Alianza Verde a los campamentos de Petro. Todo ello afectará el mensaje publicitario y menguará el arsenal de ideas y propuestas en los debates a venir.
No ocurre lo mismo con Duque, Vargas y Petro. Cada uno tiene coherencia en sus propuestas y capacidad para la confrontación, pero también diferencias en el grado de gobernabilidad para hacerlas realidad. Iván Duque aventaja a Germán Vargas y a Gustavo Petro en mayorías en el Congreso. Sus reformas se tramitarán pacíficamente y tienen mayor probabilidad de convertirse en realidad. Tiene hoy el viento a su favor en la azarosa travesía que se avecina. Petro está abocado a un tratamiento de choque que puede desembocar en ruptura del orden constitucional con el que buscará remover los obstáculos e imponer un régimen de izquierda radical. Germán Vargas empieza a insinuarse como el candidato de un centro difuso en búsqueda de salvavidas proveniente del Palacio de Nariño, como lo sugiere su reciente cambio de posición sobre la implementación del acuerdo de paz. Estaría condenado a representar la continuidad de una gestión desaprobada por la mayoría de los colombianos y a la perpetuación de todas las prácticas políticas que el país rechaza, percepción que hoy lo viene afectando en las encuestas. Pero como es un avezado navegante de aguas turbulentas, apuesta a capitalizar a los contradictores de Uribe y que la vez lo sean también de Petro, en acto de prestidigitación que le abra las puertas de una eventual segunda vuelta.
El poder de comunicación de las campañas y el desempeño de los candidatos en los debates determinarán el éxito electoral. Iván Duque está en el umbral del triunfo en primera vuelta. El respaldo a su programa tiene vocación de crecimiento. Su éxito fortalecería la rápida recuperación del país mediante un amplio consenso nacional. Sería la mejor contribución que los ciudadanos podríamos aportar a una nueva y promisoria época para Colombia.