El Centro Democrático está feliz con la decisión del CNE donde se absuelve a Oscar Iván Zuluaga del supuesto ingreso de dineros de Odebrecht a su campaña. Reconoce que no existen pruebas del ingreso de esos dineros, ni de que el candidato hubiera celebrado contratos que no presentó ante los órganos de control electoral. El partido está atento a su decisión sobre su retorno a la contienda presidencial, los precandidatos sentimos que su llegada fortalece el debate interno y aun sin conocer su inclinación, le damos la bienvenida y lo recibimos con entusiasmo.
Oscar Iván Zuluaga ha sido un guerrero, blanco de ataques tremendos por parte del Gobierno y sus aliados. Recordemos que existe evidencia para demostrar que el hacker fue una infiltración organizada por la Dirección Nacional de Inteligencia, DNI. Fueron los organismos de inteligencia al servicio de Santos quienes infiltraron el hacker español Rafael Revert en la campaña de OIZ. Fue ese Revert quien grabó el video, y que para entonces estaba trabajando con la DNI y con la Fiscalía -en cabeza del cuestionado Montealegre. Lo que es más grave, el almirante Echandía -cabeza de la DNI- fue quien llevó las supuestas pruebas a la Fiscalía para precipitar un allanamiento a la campaña Zuluaga y que cambio el curso de la carrera presidencial creando el escándalo del hacker.
Recordemos también que la evidencia muestra que la campaña de reelección de Santos recibió, esa sí, miles de millones de pesos de Odebrecht. Sus mayores escuderos ya están tras las rejas. Odebrecht pagó una encuesta, además entregó dinero a través de Otto Bula. Todo ello con el agravante de que existía el compromiso de entregarle a la multinacional el otrosí al contrato Ocaña-Gamarra, a dedo, para recuperar la inversión. Hasta ahí lo que está probado. No solo entonces es la violación a los topes electorales, sino pagar los aportes con contratos del Estado.
Santos pidió al CNE que le cerrara la investigación, según su memorial, no hay pruebas del ingreso del dinero a la campaña. Insistió en tener fuero que le impedía el CNE investigarlo, y que si se encontrara algo, debería enviarse a la Comisión de Acusaciones, buscando con esto la impunidad de toda esta corrupción.
Pero lo grueso aún no se devela. Los presidentes Uribe y Pastrana denunciaron pagos y cuentas entre Odebrecht y la campaña de Juan Manuel Santos, en el 2014, hasta por 26 mil millones de pesos. Dieron fechas, lugares, entregas, giros, para facilitar la investigación. Estamos todavía pendiente del desarrollo y resultados de las indagaciones de las autoridades al respecto.
Estas denuncias mostrarían que la reelección fue ilegitima. $26 mil millones de una compañía, no es solo violar los topes electorales, no es solo pagar esos aportes con contratos del Estado; es haber reventado la democracia. Eso explicaría el comportamiento atípico de la segunda vuelta, donde las reglas de la matemática se quebrantaron, y Santos obtuvo en algunas regiones el 100% de los votos nuevos.
Las investigaciones sobre los aportes a la campaña de Santos no son un tema electoral, son, la investigación sobre la legitimidad de su elección. Sería la corroboración de que Santos no ha sido nunca un demócrata y que su Gobierno no solo se robó el plebiscito, sino la presidencia.