Después del café, la panela es el segundo generador de empleo agropecuario en Colombia. Hay cultivo de caña panelera en más de 511 municipios de 28 departamentos del país, que generan cerca de 287.000 empleos directos y de los que dependen los ingresos de más de 350.000 familias colombianas.
La panela también es símbolo de orgullo e identidad de nuestros campesinos y uno de los productos más queridos y consumidos por los hogares colombianos. Sin embargo, actualmente el sector panelero atraviesa serios problemas de volatilidad de precio y las familias paneleras tienen los más altos índices de pobreza, entre ya el empobrecido sector agropecuario.
Hay que repensar el sector. Dar oportunidades al pequeño productor de poder tener mejor calidad en su producto, obtener los certificados de Invima para venderlo en mercados más amplios, y crear un mercado más grande para que el precio no dependa de unos pocos comprados. Presenté un proyecto de ley, que surtió con éxito su primer debate en Cámara.
Hoy la mayor limitación productiva del sector panelero es la baja homogeneización del producto. Para remediarlo se requiere reconversión de los hornos de los trapiches, con un ICR que le dé al menos el 50% de incentivo al pequeño productor y el 30% al mediano. Además requerimos nuevas plantas que procesen al menos 50% de miles provenientes de pequeños trapiches campesinos, y que obtengan como incentivo la exención del impuesto a la renta del 100%. Con ello logramos estandarizar el producto y volverlo atractivo para la comercialización masiva.
Con el producto en mejores condiciones, sigue siendo necesario una rebaja en los costos de los registros sanitarios, para que los campesinos puedan llevar su producto a más amplios mercados. Proponemos que se realice un cobro diferencial que les permita acceder al pago. Esto se complementa con la exigencia de que alcaldías municipales tengan personal encargado de colaborar en la gestión de estos trámites sanitarios ante las autoridades nacionales.
Estos avances en producción y oferta de panela deben ir acompañados de un mercado robusto que presione al alza la demanda y aumente en número de compradores. Uno de los grandes problemas del sector panelero es que cuenta con pocos compradores que especulan con el precio. Una especie de oligopsonio donde los perjudicados son los campesinos y productores.
Nuestra iniciativa pretende otorgar incentivos tributarios a empresas que tengan productos de consumo masivo que incluyan la panela entre sus ingredientes. Así como una deducibilidad del 130% en los impuestos de renta, de los costos de investigación y desarrollo en los que incurran empresas que creen nuevos productos a base de panela. A esto se le suma un programa de compras institucionales en edificios públicos, que permita fortalecer la demanda del producto.
El costo fiscal de esta iniciativa legislativa es nulo. Se propone eximir el pago de impuestos a empresas que actualmente no existen. La idea es generar un clima tributario atractivo que atraiga la inversión en este sector, y que genere productos innovadores, nuevas plantas… que terminarán en el mediano y largo plazo, creando un nuevo recaudo tributario.
La iniciativa es una oportunidad para que el sector panelero desarrolle su potencial y se convierta en una agroindustria relevante en el mercado nacional e internacional. El mundo cada vez está demandando nuevos productos orgánicos y ricos en nutrientes como la panela, lo que abre una oportunidad comercial importante.