Entre melodías que se transforman en una oda a compositores colombianos, de la mano del colectivo La Sociedad, la Sala de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango (BLAA) volverá a abrir las puertas de su emblemático escenario a la música en vivo, después de sobrevivir a dos años de pandemia y a algunas restauraciones en su infraestructura.
Este templo musical, diseñado y construido por los arquitectos Germán Samper Gnecco, Rafael Esguerra García, Álvaro Sáenz Camacho y Rafael Urdaneta Holguín, inició actividades el 25 de febrero de 1966 con la interpretación de la “Obertura de inauguración”, primera obra encargada por el Banco de la República a un compositor colombiano, en esta ocasión a Fabio González Zuleta.
El músico estadounidense Carl Weinrich fue designado para hacer sonar por primera vez el órgano de la Sala de Conciertos, instrumento insigne de este importante escenario que cuenta con 33 juegos de tubos reales, repartidos sobre tres teclados y el pedal.
Así surgió la Sala de conciertos, que se convirtió en uno de los pocos escenarios en Bogotá que cuenta con programación musical permanente y aunque desde sus inicios ha tenido un enfoque direccionado a la música clásica, también ha sido escenario de sonidos experimentales provenientes de diversas regiones del país y de otros lugares del mundo.
Del escenario a las pantallas
Sin embargo, a pesar de ser un referente para la música en Bogotá, incluso en el país, desde hace dos años se enfrentó tal vez a una de las pruebas más difíciles en su historia. Fue para marzo del 2020, en vísperas de la llegada de la pandemia, que la Sala de conciertos cerró sus puertas “temporalmente”, así como muchos de los escenarios, museos, teatros y otros espacios culturales en el mundo.
Esta situación limitó la presentación de sus conciertos y otros encuentros alrededor de la música a una pantalla. Un escenario que inicialmente generó un impacto negativo en aquellos que hacen parte del ecosistema de este templo musical.
Así lo afirmó Julián Navarro, jefe de la Sección de Música de la Subgerencia Cultural del Banco de la República en entrevista con EL NUEVO SIGLO: “Fue muy difícil el momento en que se cerraron las puertas y migramos a lo digital, porque hay muchas artes que se viven realmente es de manera completamente presencial como el teatro y la música. Es muy difícil que en plataformas digitales se pueda tener ese gran intercambio que se da en un concierto en vivo, que no es solamente el intérprete tocando, sino la recepción que percibe del público y el insumo que también pueda dar el compositor en la música. Entonces, que nos hayan quitado en la pandemia ese contacto que se tiene entre el intérprete y público y compositor, una trilogía muy interesante, fue muy impactante”.
A pesar de que muchos resultaron desempleados en medio de esta migración al mundo virtual, para esta emblemática Sala de Conciertos pintó un escenario diferente, pues mientras a varios centros culturales les tocó hacer un recorte de personal, este sitio logró salir a flote poniendo todos sus esfuerzos y usando todo su talento para los contenidos digitales.
“En la sección de música no se tuvo que salir de nadie, porque aunque la programación en vivo de la Sala se paró, nuestra producción permaneció. Seguimos haciendo videos para plataformas digitales, reforzamos mucho los pódcast con la sección de ‘La música se habla’, las charlas, los conciertos virtuales, conferencias y mucho material”, recordó Navarro.
Esta adaptación, según cuenta Julián, fue en respuesta para defender y seguir apoyando la música en el país a través de una palabra que se puso en tendencia en los primeros meses de pandemia: reinventarse. “A los músicos nos tocó ese momento de la pandemia para reinventarnos, para no dejar morir el arte de tocar la música en vivo y de poderla transmitir en escenarios digitales, lastimosamente sin esa presencia del público que es tan fundamental”.
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¿Una nueva propuesta?
La respuesta del público en el primer año de la pandemia fue positiva, ya que para ese instante la cultura se había volcado a las plataformas y redes sociales, además “era la única alternativa que había de seguir viviendo la programación musical”, comentó Navarro.
Para el 2021 el panorama cambió y al público ya no le entusiasmaba tanto ver un concierto completo a través de pantallas. “Decayó muchísimo la presencia de personas que se sentaban a ver un concierto de una hora, de 45 o de 50 minutos. Eso nos hizo pensar que los contenidos, ya en este modelo combinado de virtualidad y presencialidad, definitivamente tienen que cambiar”, aseguró.
Por ello, el gestor cultural propone enfocarse en una producción audiovisual diferente, con la cual puedan también enamorar a través de la música a las personas que aún prefieren ver un recital en línea.
“Hoy el público no resiste mucho tiempo viendo los contenidos, entonces deberían definitivamente enfocarse hacia una programación un poco más documental, que los videos sean más cortos y que se pueda variar. No tratar de pasar lo que pasaba en vivo a la pantalla, porque ya en este momento no funciona, sino que el contenido sea más innovador, diverso y que pueda capturar la atención”, explicó.
Una sentida reapertura
Aún contra la pandemia y el bajo nivel de espectadores digitales que en su momento experimentó, la Sala de Conciertos para este 2022 anuncia nuevamente su presencia en el mundo de los espectáculos y recitales en vivo con una sentida reapertura.
“La sección de música estaba bastante desmotivada con esto de que no teníamos presencia de artistas en vivo, porque nuestra razón de ser es esa. Ahora la reapertura nos permitirá volver a disfrutar de la música en vivo y a vibrar con todos los maravillosos músicos y agrupaciones que se van a presentar. Realmente, tener una sala de conciertos tan espectacular con esas condiciones acústicas tan excelentes y maravillosas y no poderla usar, habría sido una pérdida importante para el quehacer musical”, indicó Julián.
Pero la espera acabó y finalmente, el 20 de este mes, a las 7:30 p.m. será la agrupación La Sociedad, un colectivo de músicos pertenecientes a los ensambles profesionales e instituciones académicas más importantes de Bogotá, la encargada de subir el telón nuevamente con un homenaje a la música colombiana.
Este concierto presentará un repertorio integrado en su totalidad por obras de compositores colombianos, quienes estarán presentes en el recital.
“Generalmente, en los inicios de temporada en la BLAA vienen artistas internacionales, pero aquí queremos enviar un mensaje de creer en lo nuestro, en nuestro talento nacional, para hacer la reapertura con este gran ensamble de muchísima trayectoria”, concluyó Navarro.